Cunde el temor del Gobierno con las repercusiones de la guerra: "Rusia lo cambia todo"

La Moncloa busca alfombrar la imagen de estadista de Sánchez a su paso por las Cortes

Ricardo Rodríguez

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Vladimir Putin lo ha cambiado todo”. Así lo admite La Moncloa ante la embestida militar de Rusia sobre Ucrania. Los efectos de la invasión aún deben medirse, pero intramuros del palacio presidencial se preparan para un terreno de daños por venir. O, al menos, para asumir, ahora ya sí, una revisión del escenario macroeconómico y la consiguiente rebaja de las previsiones de crecimiento para este 2022. El equipo de Pedro Sánchez tiene una certeza: “El conflicto deja en el aire una recuperación” dada por enfilada tras la salida de la pandemia.

El propio Presidente incidió en su declaración institucional del pasado jueves tras una reunión del Consejo de Seguridad Nacional presidida por el Rey Felipe VI en las consecuencias de “gran alcance” de la crisis bélica. Así, aludió al “impacto económico”, especialmente en los mercados energéticos, en la Unión Europea y en España y avanzaba la disposición a reaccionar para mitigar el golpe sobre la sociedad, las empresas, los hogares y la industria, así como sobre la recuperación económica. “Tomaremos cuantas medidas sean precisas”, prometió, dejando caer que la Unión Europea tiene una “nueva oportunidad” para “demostrar unidad, solidaridad e integración”, dedicando todos los medios necesarios y adoptando “las decisiones oportunas”.

En la mente de Sánchez está agarrarse al cabo de Bruselas para mantenerse a flote. “Hay que seguir olvidándose de las convenciones tradicionales”, subrayan cercanos colaboradores del jefe del Ejecutivo ante la imposibilidad de ofrecer previsibilidad y certidumbre. Sobre esa premisa descansan los movimientos políticos del Presidente. Sus guionistas han buscado propagar una imagen de estadista de Sánchez con las llamadas el sábado a los ex presidentes Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. 36 años de experiencia presidencial acumulada puestos en valor”, según filtró La Moncloa a un puñado de medios informativos seleccionado por la Secretaría de Estado de Comunicación.

La ronda de conversaciones con los cuatro ex presidentes apuntala el horizonte de la apuesta por la unidad de todos los partidos políticos ante la amenaza de Moscú. Este miércoles, Sánchez comparece ante el Pleno del Congreso para dar cuenta de las medidas adoptadas por la UE, envío incluido a Ucrania en estas últimas horas desde España de 20.000 kilos de equipos de protección individual y material sanitario del Ejército de Tierra. “Nadie puede excluirse de un ejercicio de unidad, según la lectura monclovita, tras el liderazgo” de Pedro Sánchez. Es un reto sobre la mesa. “El Presidente es consciente de la responsabilidad que tiene entre sus manos. Los demás tienen que estar a la altura de las circunstancias”. Ya lo ha hecho el PP. Como paso previo también, Sánchez obtuvo el cierre de filas dentro de su propio Gobierno.

La disposición a ir de la mano en las decisiones fue fruto de un acuerdo por parte de Sánchez con Yolanda Díaz a la que requirió a mediar ante Unidas Podemos para evitar ningún tipo de disonancia con los compromisos adquiridos por España ante la Unión Europea y, sobre todo, en el marco de la OTAN. El análisis compartido entre el Presidente y su vicepresidenta fue el de entender que el escenario había dado un vuelco total y, de hecho, los miembros morados del Ejecutivo lo han asumido, aparcando sus posiciones anti-atlantistas, como cuando censuraron el envío de cazas del Ejército del Aire o el adelanto de buques de la Armada al Mar Negro, y Putin ha pasado a ser tachado de “zarista” y de “imperialista”.