La Moncloa busca ganar control sobre el CNI flanqueando a Robles

Desvinculan a Bolaños de cualquier responsabilidad sobre la seguridad de los móviles del Gabinete

La Moncloa busca ganar control sobre el CNI flanqueando a Robles

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

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La Moncloa está desplegando una operación con un objetivo claro: Situar sobre la cabeza de la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, la responsabilidad por la brecha de seguridad en las comunicaciones de Pedro Sánchez y de Margarita Robles. La jefa de los espías representa una pieza cómoda de sacrificar en la tentativa de zanjar el lío de Pegasus.

Cebar su cese, o al menos dejarle en la cuerda floja, constituye la doctrina oficial que encarnan Félix Bolaños e Isabel Rodríguez. El respaldo explícito a la máxima responsable del CNI ha sido servido por Margarita Robles: “Está aguantando estoicamente imputaciones que no se corresponden con la realidad”. De caer Esteban será en contra del criterio de la ministra. Así lo acreditaba a su paso por la Comisión de Defensa del Congreso. “Me horroriza y me espanta llevar a la plaza pública a alguien que no puede defenderse”, recalcaba segura de sí misma.

La escandalera del espionaje ha servido para avivar la llama de la lucha por las esferas de influencia del Gobierno. Aprovechando la circunstancia sobrevenida de la crisis, hay voces en el seno de La Moncloa partidarias de socavar la relevancia de las competencias de Robles. El control de los servicios de inteligencia le otorgan un enorme poder y confirman a la titular de Defensa como una de las figura con más peso del Ejecutivo. La entrada al frente del CNI de una apuesta de la órbita monclovita está en mente de estrechos colaboradores de Sánchez para jugar sobre seguro y, de paso, neutralizaría el poder de Margarita Robles.

Las quinielas recorren el ala socialista. Y el general Miguel Ángel Ballesteros, director del Departamento de Seguridad Nacional, reúne muchas papeletas por contar con la total confianza de Pedro Sánchez. Sin embargo, otros perfiles están también sobre la mesa. Es su receta sin necesidad de proceder Sánchez a una reestructuración de competencias para despojar el CNI a la titular de Defensa. Bajo los mandatos de Mariano Rajoy, por ejemplo, los espías fueron subordinados de Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta y ministra de la Presidencia.

En el camino, La Moncloa ha buscado cerrarse el frente de la dependencia del control rutinario de los móviles del Presidente y de los miembros del Gabinete del Ministerio de la Presidencia y en concreto de la Secretaría General de Presidencia que ocupó Félix Bolaños en el momento de las intrusiones acometidas contra los terminales de Sánchez y de Robles. Tirando del Real Decreto 421/2004, garantizar la seguridad de las comunicaciones corresponde al Centro Criptológico Nacional, organismo dependiente del Centro Nacional de Inteligencia, si bien del departamento ostentado en su día por Bolaños cuelga todo el aparato logístico.

Sea como fuere, es una realidad que el Gobierno sigue sirviendo munición a cuenta de Pegasus.