El PP prefiere andaluzas en junio como control de daños de la guerra

El eje Feijóo - Moreno Bonilla copa el poder orgánico del partido.

El PP prefiere andaluzas en junio como control de daños de la guerra

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

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Solo queda elegir la fecha y el Partido Popular ha abierto el interrogante de cuándo convocará Juan Manuel Moreno Bonilla elecciones autonómicas. Antes o después del verano. O junio u octubre. “El Presidente y únicamente el Presidente [de la Junta de Andalucía] decidirá”, se avisa. Sin embargo, una preferencia generalizada en el PP es que se celebren en junio. Y cercanos a Moreno Bonilla, según fuentes consultadas por COPE, se muestran favorables a esta opción.

El malestar social tiene hoy nombre y apellido, Pedro Sánchez. Mañana, en cambio, está por ver”, apuntan dirigentes que evidencian su incertidumbre ante los retos y urgencias de la economía. Tal opción supone que el decreto de disolución del Parlamento Autonómico Andaluz se publicaría en cuestión de semanas. El anuncio queda en manos de Moreno Bonilla que oye a su alrededor cálculos sobre el mejor momento de ir a las urnas. La desaceleración económica es terreno abonado para que la ciudadanía mire a sus administraciones, a todas, aunque el terreno está abonado para culpar a Sánchez de las dificultades para llegar a fin de mes.

La alta probabilidad de que “tras la guerra, lo peor venga con la pos-guerra”, según análisis de cuadros del partido, convierte el tiempo en factor decisivo en manos de Moreno Bonilla. El control de futuribles daños, a pesar del optimismo reinante entre los populares andaluces, podría determinar el resultado. Una cuestión ya valorada, según las fuentes consultadas por COPE, y que, por cierto, afecta momentáneamente a Elías Bendodo como coordinador general del PP y de Juan Bravo en su condición de vicesecretario de Economía. Ambos, pesos pesados en la Junta de Andalucía, van a compaginar sendas tareas hasta la configuración del nuevo Gobierno.

Ante la adversidad de unos indicadores en los que los precios de la energía ahoga a las familias españolas, Alberto Núñez Feijóo está activado en convertir la reducción de impuestos en un eje de su Oposición. Convierte así lo que más importa al español de a pie en campo de batalla, además de centrar la atención en un discurso en el que el PP está llevando la iniciativa. De hecho, Feijóo llegará este jueves a su encuentro con Sánchez en La Moncloa con su oferta bajo el brazo de pactos de Estado. Entre ellos, la necesidad de amortiguar la crisis.

Sánchez se queda sin aire

La política para “adultos” de Alberto Núñez Feijóo activa al PP como pilar de la centralidad y rompe con la dinámica de Pedro Sánchez de recostarse sobre su pretensión convertir la causa de la unidad en un fin y lo coloca en dificultades ante sus costaleros, UP, ERC, PNV, BILDU y demás compañeros de viaje. El Presidente se queda sin aire. También por las encuestas en sus manos. El desgaste por la inflación pasa factura al Gobierno y, de celebrarse ahora las generales, el bloque PP y Vox sumaría los 176 diputados que exige la mayoría absoluta. Esa tendencia debería consolidarse con Feijóo actuando de revulsivo al vestir el traje de jefe de la Oposición. El XX Congreso de Sevilla ha dejado a los populares creyéndose capaces de ganar.

Eje gallego-andaluz

El engrasado eje Galicia-Andalucía y un guiño a Madrid. Con esos mimbres queda resumido el reparto del poder orgánico. 5 vicesecretarios componen, junto a la secretaria general, Cuca Gamarra, el coordinador general y los portavoces parlamentarios (por designar) el núcleo duro. Feijóo ha empoderado a Moreno Bonilla. El equilibrio territorial no ha llegado para Isabel Díaz Ayuso y en el camino ha habido que apagar algún que otro amago de fuego en el PP madrileño.

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