Sánchez se rinde ante Garzón para atajar la crisis interna

El Presidente ordena a sus ministros cesar las hostilidades con Unidas Podemos

Sánchez se rinde ante Garzón para atajar la crisis interna

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

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Pedro Sánchez tenía previsto un inicio muy distinto del curso. La trifulca, el desbarajuste, la tensión en el seno del Gobierno de coalición han copado el camino. Cada día, un escalón más. Los choques entre las órbitas del PSOE y de UP han llegado a comprometer la autoridad del propio Presidente, dejándolo en entredicho. Ese “ruido” que tanto aborrece Sánchez lo ha invadido todo, torciéndose la precampaña electoral en Castilla y León. “Así no podemos llegar al 13 de febrero”, se ha repetido en La Moncloa y en Ferraz.

Ese sentir ha sido compartido entre quienes en la sala de máquinas tienen monitorizada la contienda electoral tras atisbar las repercusiones negativas en sus menguadas expectativas. El pulso sostenido de Alberto Garzón lleva a los socialistas a experimentar un retroceso de un par de puntos atribuidos en exclusiva al nocivo ataque del ministro de Consumo a la ganadería. Según esas proyecciones, los daños son aún más incontestables para los morados. Frente a los socios, la consolidación del empuje del PP y de Vox. Se disparan las alarmas.

El objetivo del PSOE es salvar los muebles, descontado un incontestable triunfo de Alfonso Fernández Mañueco, pero lo vivido les puede encaminar directamente al drama. Toca cambiar el paso. Otro giro de estrategia. Las sucesivas desautorizaciones del ala socialista del Ejecutivo han quedado atrás. La Moncloa ha ordenado bajar el tono, tragarse el sapo, aunque mantenga las distancias con el ministro de Consumo, del que llegaron a creerse capaces de marcarle el paso y obtener una rectificación. Tal tarea ha quedado en un ejercicio de melancolía.

Porque Alberto Garzón ha cobrado vida propia, reafirmándose cual Pepito Grillo en sus posiciones, bajo una maratoniana ronda en medios, y sacando pecho de una cita de cerca de dos horas con la Unión de Pequeños Agricultores. Y ello aun cuando sus representantes han lamentado haber puesto en entredicho la calidad de carne producida en España. El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha pedido dejar la ganadería al margen del debate tras invitar al titular de Consumo a conocer su realidad y pisar granjas con distintos modelos de producción.

Entretanto, el entorno presidencial ha impuesto contención a su cabreo. Los ministros del ala socialista se han desplegado en pasar página de las hostilidades. Cada bando del Gabinete cuenta desde su propia perspectiva los acontecimientos, pero los socialistas han tomado nota del empoderamiento del titular de Consumo que “se ha puesto las botas de marcar territorio frente a nosotros”. “El PSOE ha pretendido arrollar a Garzón”. Con esta contundencia despejaban ya días atrás toda posibilidad de freno en una Unidas Podemos al borde de la extinción en Castilla y León.