Sánchez suda con los socios y muestra su debilidad en las Cortes

El ministro de Presidencia tantea el terreno con una ronda de contactos con los grupos

Sánchez suda con los socios y muestra su debilidad en las Cortes

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

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El Gobierno ha marchado este miércoles sobre el alambre en el Congreso de los Diputados. Las negociaciones in extremis le han permitido salvar la convalidación del decreto del fin de las mascarillas al aire libre pero, sobre todo, el decreto destinado a reducir la temporalidad de los interinos al ofrecer su tramitación como proyecto de ley. El Ejecutivo ha observado durante 24 horas unas grietas en el bloque de la investidura que han evidenciado la fragilidad de su estabilidad parlamentaria.

Está lejos de convenir a un Gabinete en minoría quedar a merced de la coyuntura y escuchar a su socio más fiable, el PNV, exigirle “buen juicio” y quedarse en “una abstención crítica” tras pedir “flexibilidad y herramientas” para las Comunidades Autónomas en la gestión de la pandemia y denunciar además el “abuso” de la figura del decreto. Y ello pese a lograr avances en la interlocución con el Gobierno para eliminar aspectos en la regulación de los interinos.

Tampoco resulta oportuno para los intereses del Ejecutivo que otra de las fuerzas políticas clave en el sostenimiento de Pedro Sánchez deba recordarle que los acuerdos están para cumplirse. Es lo que ha entendido ERC tras cambiar finalmente de posición al arrancar que las pruebas a los interinos no serán obligatorias y dar así una nueva oportunidad al Gobierno. Voto a voto, otros costaleros habituales de la coalición gubernamental han lanzado señales de disgusto con una recriminación común: Que Sánchez gusta actuar como si tuviese mayoría absoluta.

El Gabinete ha conseguido sacar adelante sus primeros exámenes parlamentarios tras su remodelación, aunque tras unas conversaciones a contrarreloj, con el Pleno ya en marcha, y unas votaciones en algún caso muy ajustadas. Tanto ha sido así como para tener que repetir la concerniente al decreto de los interinos tras un primer empate. En La Moncloa están obligados a tomar buena nota de la situación, más aún cuando el Consejo de Ministros de la próxima semana aprobará el techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado para 2022. A partir de ahí, tiempo abierto en canal para toda suerte de amagos y órdagos. Las negociaciones prometen hacérsele cuesta arriba a Pedro Sánchez, so pena de perder complicidades en el camino.

A tantear el terreno que pisa Sánchez va a dedicarse Félix Bolaños que arranca este jueves una ronda de contactos con los portavoces de los grupos parlamentarios, empezando por el PP. Eso, en principio, y deberá ser por teléfono, dado que Cuca Gamarra tiene agenda fuera de Madrid. El ministro de la Presidencia quiere insistir a la dirigente popular de la necesidad de renovar órganos constitucionales, empezando por el Consejo General del Poder Judicial. Ese desenlace, de llegar, va para largo. Prioritaria para Bolaños se antoja la interlocución con los aliados, los mismos que pueden facilitarle el nuevo curso o convertírselo en un calvario.