Alivio en el Gobierno tras el “pinchazo” de Podemos contra el Supremo
La Moncloa se mueve entre el alivio y la euforia. Temió la capacidad de Pablo Iglesias para aventar las pulsiones más populistas
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Pedro Sánchez ha podido respirar con cierto alivio. En el Gobierno asustó que la decisión del Supremo de volver a cargar al cliente de las hipotecas el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentos llenase las calles en contra del Alto Tribunal que habrá de juzgar en meses venideros a los líderes del procés. Un fallo, en definitiva, contra el que se le revolviese la sociedad y ahondase en el cuestionamiento del Poder Judicial. Y, peor aún, que rentabilizara electoralmente la manifestación su aliado, Pablo Iglesias.
De hecho, La Moncloa recibió con disgusto que el secretario general de Podemos usase su perfil en la red social de Twitter para convocar la movilización: “El sábado por la tarde, frente al Tribunal Supremo a las 18:00, nos vemos con la ciudadanía para defender la justicia social, la independencia judicial y la dignidad”. Fuentes gubernamentales renegaron de que su principal socio azuzase el ambiente de indignación y esgrimieron su real decreto ley de las hipotecas, cargando a las entidades financieras el gravamen, para combatir la arenga morada. “Frente al populismo, más política”, subrayaron a la Cadena COPE.
Al final, en opinión del Ejecutivo, ha servido su acelerada reacción revirtiendo la resolución del Supremo. El fracaso de Pablo Iglesias en su intento de pescar en río revuelto y resucitar con su protesta de alguna manera el movimiento 15-M, apenas logró congregar a cerca de 1.000 seguidores frente al Alto Tribunal, ha llevado a las fuentes del Gobierno consultadas por la Cadena COPE a cantar victoria y sacar pecho de “legislar con medidas en las Cortes”. En eso, claro, ha habido unanimidad entre los colaboradores del Presidente.
“El Gabinete ha sido capaz de reconducir un episodio inquietante para el propio prestigio del Tribunal Supremo y, desde luego, estamos satisfechos por la forma en que se ha solventado la crisis”, describen en el seno de La Moncloa. Obviando en todo momento que su maniobra ha supuesto una enmienda a la totalidad del Alto Tribunal de quien el mismo jefe del Ejecutivo llegó a decir que “ningún poder del Estado puede estar exento de crítica” y a quien reprochó sin ambages el fallo, se da por desactivada una bomba que podía erosionarles cuando además los planes para la Legislatura han empezado a hacer aguas.
Quizá por ello, Pedro Sánchez asegurase ante los suyos este fin de semana en Fuenlabrada que le “pone” gobernar en contextos “difíciles y complicados”. Pero, bajo el aplauso del millar de asistentes, sacó pecho al recordar que “la sociedad española fue solidaria con la banca y la solidaridad es recíproca”. Y es que la complacencia en las últimas horas ha resultado si cabe mayor en el seno del Gobierno pues permite al Presidente ratificar su capacidad legislativa y, de paso, buscar su rédito electoral.