El Gobierno se lanza a la caza del voto andaluz: Prevé elecciones en primavera

El Ejecutivo se sirve del fin de la huelga del metal para atacar a Moreno Bonilla.

El Gobierno se lanza a la caza del voto andaluz: Prevé elecciones en primavera

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El Gobierno ha dado un brusco giro de timón y se ha lanzado a hacer suyo el punto y final a la huelga del metal en Cádiz. Tras diez días de observar el conflicto desde la barrera, el Ejecutivo ha buscado colgarse la medalla de la vuelta a la normalidad en la bahía gaditana. La titular de Industria, Reyes Maroto, ha sido la encargada de celebrar que “cuando hay diálogo, cuando hay voluntad de aunar esfuerzos por un objetivo colectivo, el Gobierno siempre está ahí ayudando, acompañando, tratando de poner la mediación necesaria” para que el acuerdo se pudiese aprobar”.

A renglón seguido, la ministra ha golpeado a la Junta de Andalucía encabezada por Juanma Moreno Bonilla, a la que ha visto “muy ausente” de la resolución del conflicto y a la que ha instado a trabajar junto al Ejecutivo y los agentes sociales para dar estabilidad a la provincia. El argumentario socialista pasa por contraponer la aprobación de facto de los Presupuestos Generales del Estado para 2022 con el rechazo a las cuentas regionales de Moreno Bonilla.

Andalucía quita el sueño a La Moncloa que se vanagloria con énfasis en estas últimas horas de regar la provincia de Cádiz en los Presupuestos Generales del Estado con 454,72 millones de euros, unos 113 millones más sobre el papel que en el ejercicio anterior. “El Gobierno tiene proyectos para generar oportunidades en Cádiz”, incide el ala socialista gubernamental. El delicado momento de la legislatura andaluza activa la posibilidad del anticipo electoral. El 2022, en todo caso, es año de elecciones en la comunidad autónoma.

Si Moreno Bonilla aguanta sin nuevos Presupuestos, con la prórroga de los existentes, y agota su mandato, la llamada a las urnas llegaría en diciembre. Si opta, en cambio, por precipitar la convocatoria, podría hacerlo en cualquier momento. Ferraz da por hecho que habrá adelanto y prevé además que será en la primavera, aunque Moreno Bonilla insista en negar ese escenario. El PSOE ha reactivado su maquinaria electoral en un granero tradicional en horas bajas, con el liderazgo de Juan Espadas recién estrenado y con la izquierda muy dividida frente a un PP bendecido por todas las encuestas para revalidar su estancia en San Telmo.

El desenlace de una llamada a las urnas parece servido. En el propio entorno de Pedro Sánchez reconocen con la boca pequeña la fortaleza de Juanma Moreno Bonilla y su proyección de futuro. Las esperanzas en el cuartel general de los socialistas están puestas en un acuerdo de gobernabilidad del PP con Vox en Andalucía que sirva a la izquierda de espoleta en las sucesivas contiendas por llegar en 2023. Con estas premisas sobre la mesa, habrá de verse, llegada la hora, cuánto se involucrará Sánchez en esa futurible campaña y si concede a Moreno Bonilla el papel de contrincante directo, como ya hizo con Isabel Díaz Ayuso en la carrera del 4 de mayo en Madrid.