El golpe en La Moncloa fuerza a Yolanda Díaz a retractarse con el 8-M

La polémica generada ha colocado a Yolanda Díaz en la tesitura de retractarse ante el riesgo de provocar un enfrentamiento en la coalición. Necesitada de pasar página después de difundir que la tacharon de “alarmista” en La Moncloa cuando en la antesala del 8-M presentó una guía con prevenciones sanitarias para las empresas que desautorizó Sanidad, la vicepresidenta ha defendido la gestión “ejemplar” y “responsable” de la pandemia por parte del Gobierno. El intento de marcha atrás lo ha protagonizado justo 24 horas antes de llevar al Consejo de Ministros la nueva Ley de Empleo y, por tanto, de comparecer ella misma en la rueda de prensa posterior.

Díaz había irrumpido como elefante en cacharrería. Hasta el punto de sembrar de suspicacias en el ala socialista del Gobierno. Más aún, según fuentes consultadas por la Cadena COPE, la vicepresidenta “se ha pasado de frenada”. La guía de Yolanda Díaz generó efectivamente controversia en el seno del Ejecutivo, pero, han recordado en la órbita del PSOE, hubo de ser reconvenida al “ir por libre”. De hecho, aquella iniciativa provocó un comunicado de La Moncloa.

“Las indicaciones sobre la evolución del coronavirus y las medidas a tomar en España las está ofreciendo el Ministerio de Sanidad”, cuyo titular era por Salvador Illa. Y la nota añadía una llamada al orden dirigida la ministra de Trabajo: “Todo el Gobierno sigue las indicaciones concretas del Ministerio de Sanidad, que se basan en un seguimiento constante de la situación, transparencia informativa, toma de decisiones de acuerdo a la evidencia científica y coordinación total entre las distintas administraciones del Estado”.

“Coordinación” entre Ministerios fue en su momento un término subrayado en rojo desde el palacio presidencial, tal y como han rememorado fuentes gubernamentales, y tras esa palabra se quería dejar entrever el enojo con Díaz que hubo de mandar un mensaje de “tranquilidad a los españoles”. El coronavirus “es un tema –sostuvo- que está controlado”. En su comparecencia, Yolanda Díaz garantizó que si fuesen necesarias medidas excepcionales, serían consultados los agentes sociales. Apenas unos días después, Pedro Sánchez anunció un plan de choque para hacer frente a las consecuencias económicas del virus y se reunió con patronal y sindicatos.

La preocupación era unánime en el Gobierno y se preparaba de puertas adentro para afrontar las consecuencias de la pandemia. Arrimando el ascua a su sardina, desde la facción socialista han contemplado lo que atribuyen a un intento de Díaz de promocionar su liderazgo agitando una controversia cuanto menos delicada como un resbalón. “Yolanda [Díaz] se ha metido un gol en propia meta” tras “facilitar la tarea de oposición al PP”. De hecho, los populares han exigido explicaciones urgentes y la apertura de una comisión de investigación en el Congreso.

Y es que el Ejecutivo en su conjunto arrastra haber animado a participar en las marchas del 8-M y las medidas para combatir la pandemia se tomaron 6 días después en un Consejo de Ministros extraordinario para declarar el estado de alarma y el cierre del país ante la expansión del virus. Yolanda Díaz ha rectificado, pero sus salidas de pata de banco – como la crisis interna con la reforma laboral - empiezan a dejar un poso en La Moncloa.