La Moncloa deja en la picota a la jefa del CNI tras revelar el espionaje a Sánchez
El Gobierno verifica si, además de Robles, los móviles de otros miembros del Consejo de Ministros han sido infectados por Pegasus
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La directora del CNI tiene todos los números para convertirse en la “cabeza de turco” antela tentativa definitiva de apaciguar a los separatistas que tienen en sus manos la estabilidad del resto de la Legislatura. Paz Esteban ha sido visibilizada estas últimas horas en la picota.
La hoja de ruta, según diversas interpretaciones en el seno del propio Gobierno, “ha quedado marcada” tras revelarse el espionaje sufrido hace un año por Pedro Sánchez y Margarita Robles. Una desautorización pública, a la postre, de la jefa del Centro Nacional de Inteligencia. Y ello aunque desde La Moncloa negasen brechas de seguridad. Y, sin embargo, desconocerían aún el contenido de la información sustraída, es decir, la sensibilidad de la misma en una intrusión atribuida a un país extranjero o a una corporación internacional.
Este 2 de mayo festivo llegó con el anuncio de una rueda de prensa sorpresa y urgente, a las 9:30 horas, en La Moncloa de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, y del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. La comparecencia servía para ofrecer un giro de 180 grados al bautizado como el “Catalangate”. El Ejecutivo pasaba de golpe de supuesto espía a espiado y denunciaba dos intrusiones a través del sistema Pegasus en el móvil de Pedro Sánchez en mayo de 2021 y una en el caso de Margarita Robles en junio del año pasado.
Los tres ataques habrían sido constatados después de poner en marcha el Centro Criptológico Nacional una verificación a raíz del espionaje masivo a secesionistas. Según la versión oficial, fue este pasado fin de semana cuando han tenido confirmación de las intromisiones en los terminales del Presidente y de su titular de Defensa. El informe del en sus manos ha cifrado en 2,6 gigas, primero, y otras 130 megas, después, la información extraída del móvil de Sánchez y en 9 megas los datos hurtados a Robles. Tras encenderse las alarmas, tanto el Presidente como la ministra estuvieron un día sin sus teléfonos para proceder a su desinfección.
El órgano adscrito al CNI ha descartado que a posteriori hayan sufrido nuevas intervenciones en sus aparatos. Tampoco intentos fallidos. Durante su comparecencia, Félix Bolaños ha hablado de unos ataques “ilícitos” y “externos” que han llevado a verificar si la intrusión ha podido extenderse a otros miembros del Consejo de Ministros. La vuelta de tuerca a la polémica ha llegado en una semana clave para que el Gobierno ofrezca sus explicaciones en el Congreso. Margarita Robles tiene programado comparecer el miércoles ante la Comisión de Defensa y, después, corresponderá hacer lo propio a Paz Esteban en la Comisión de Secretos oficiales.
A partir de entonces, la suerte de la directora del CNI podría estar echada. El sacrificio de Esteban aparece con fuerza en quinielas internas del Ejecutivo para contentar a los costaleros y zanjar el escándalo. Desde este lunes es una clara candidata a hacerlo ante la incredulidad con la que los independentistas, y particularmente ERC, han recibido la condición de Sánchez y de Robles como víctimas de Pegasus. Incluso Unidas Podemos ha seguido reclamando depurar responsabilidades. El malestar del socio de coalición, por cierto, palpita con el ala del PSOE. Yolanda Díaz sólo ha sido informada de las intrusiones minutos antes de su anuncio oficial.