Sánchez se aferra al optimismo y planifica la remontada para 2023
Ferraz se vuelca en frenar el efecto pánico por una sangría el 19-J
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“El Presidente es optimista”. Así lo traslada su núcleo duro. Literalmente. La economía seguirá siendo el tema capital de aquí al final de la Legislatura, la llave para ganar las generales. Y Pedro Sánchez se aferra ante los suyos a una “recuperación” durante 2023 con “impacto real” en la ciudadanía. En la sala de máquinas socialista hablan de una “remontada” durante el próximo año que permita a Sánchez una reconciliación a tiempo con los españoles.
El discurso oficial ha decidido hacer política amarrado a los menos de 3 millones de parados y los más de 20 millones de afiliados a la Seguridad Social. Y Sánchez promete desplegar los datos de creación de empleo con ahínco pese a unas previsiones de crecimiento a la baja, un escenario repleto de incertidumbres, una inflación desbordada o la ejecución de fondos europeos al ralentí que el entorno presidencial parece ignorar. “La hoja de ruta es clara: Año y medio de Gobierno, a lomos de recursos y proyectos”, remachan cercanos a Sánchez. “La ola de Alberto Núñez Feijóo también pasará. Ya sucedió a Pablo Casado”, defienden a la ofensiva.
De nuevo, Pedro Sánchez tira de futuribles que puedan dejar atrás su desgaste. Lo hace además acortando su capacidad de maniobra al fiarlo todo ya al tiempo de descuento para ser premiado por los españoles con un supuesto voto masivo al PSOE en las municipales y autonómicas de mayo de 2023 como antesala de las generales. Es la estrategia de La Moncloa, toda vez las urnas andaluzas de este 19-J son motivo de una evidente preocupación interna. En Ferraz ya anticipan que los resultados en ningún caso podrán extrapolarse “a nivel nacional”.
“La acción del Gobierno – repiten – seguirá ahí al día siguiente”. “No desaparecerá la reforma laboral, ni el plan de medidas contra la guerra o los “avances sociales”, abundan. De esta forma, conscientes de la relevancia de Andalucía, desde el cuartel general del PSOE se arremangan para frenar un contagio del “efecto pánico” en el resto de territorios de una sangría electoral. Y es que el objetivo sigue siendo salvar los muebles y ha sido interiorizado que todo escenario por debajo de los 33 escaños obtenidos el 2-D de 2018 será un “drama”. “Es fácil ponerse dramático, - apuntan en Ferraz - pero debemos conservar la templanza”.
Los socialistas, al menos, se frotan las manos ante su certeza de que Juanma Moreno Bonilla acabe formando gobierno con Vox, replicando la fórmula de Castilla y León. De hecho, aun cuando el candidato del PP ha enarbolado la amenaza de una repetición electoral, creen que será lo que ocurrirá. No hay otra alternativa para el presidente de la Junta de Andalucía. “Que Moreno Bonilla se cueza con Macarena Olona”, subrayan los socialistas. Y, de paso, lastre a Feijóo en su andadura hacia La Moncloa.