Sin Micrófonos
Sin micrófonos: Argelia se pone las pilas tras el CIE inventado de Archidona
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La falta de celo de las autoridades argelinas, que permitió durante el último trimestre de 2017 avalanchas jamás conocidas hacia las costas murcianas de Cartagena, parece que ha tocado a su fin, al menos, por el momento. Argelia se ha puesto las pilas, nos dicen fuentes al tanto del seguimiento de estos movimientos migratorios irregulares.
El país magrebí comenzó a controlar esas salidas después de que 519 inmigrantes, la mayoría argelinos, consiguieran alcanzar Cartagena a primeros de diciembre. La Policía había detectado un “efecto llamada” entre las mafias del sector ya que semanas antes, cerca de 200 inmigrantes quedaron en libertad por las calles de la ciudad departamental ante la imposibilidad de dar acogida a dos remesas de 405 inmigrantes en octubre y 284 en noviembre. Los CIE más próximos (Sangonera y Valencia) están saturados, así como otros fuera de su área. No se había visto nada igual. España tiró de imaginación e hizo también lo que nunca había hecho: convertir una prisión pendiente de inauguración (Archidona) en un CIE improvisado.
El centro de internamiento provisional de Málaga ha sido un auténtico quebradero de cabeza para el ministerio del Interior hasta su cierre esta misma semana. Sin embargo, parece haber conseguido su objetivo a decir de las fuentes policiales consultadas por COPE. A Argelia se le ha recordado el deber de cumplir con sus compromisos y las redes de trata de seres humanos han dejado de vender la idea de que quien tocaba Cartagena quedaba en libertad. La ciudad portuaria no es el destino final de estas avalanchas: una parte de ellos ni siquiera se quedan en España. Francia, Bélgica e Italia, cuentan nuestras fuentes, es el destino final para muchos de ellos.