Sin micrófonos: El largo camino hasta las elecciones
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La paz se ha acabado, y el camino hacia las elecciones ha comenzado ya, camino que, eso sí, será largo, tedioso y tortuoso para el Gobierno. El Ejecutivo y el PP entienden que la oposición ha detectado su debilidad e irán a por todas en dos fases: primero, hasta las municipales y autonómicas; y luego, hasta las generales.
Esta semana se librará una nueva batalla en el Congreso, esta vez a costa de las pensiones. El miércoles, Mariano Rajoy comparecerá en un pleno extraordinario donde reprochará la demagogia de la oposición y pondrá, negro sobre blanco, sus contradicciones en este tema. La ministra Fátima Báñez, recordaba, por ejemplo, en la Linterna, el pasado jueves, que en la época de Zapatero, la ley obligaba a subir las pensiones en función del IPC, y el presidente socialista las bajó, con el voto a favor incluso de Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo se guarda además varios ases en la manga y podría hacer nuevos anuncios en un escenario, el parlamentario, que se le da bien, y en el que él se crece, dicen en el PP. Y es que, apuntan, nadie pide su comparecencia voluntaria en el Congreso para hacer un discurso hueco en un tema en el que, además, te juegas a gran parte de tu electorado.
Íñigo Méndez de Vigo aseguraba hace unos días que “los órdagos son para el mus, pero no son un ejercicio de responsabilidad política” y es que, en Moncloa aseguran que la oposición intenta movilizar a todos los sectores de la sociedad contra ellos: los pensionistas, las mujeres... y el Ejecutivo se va a defender haciendo suyas esas muchas de esas banderas. El propio Mariano Rajoy apareció el pasado jueves en Valencia en un acto del PPE con un lazo morado en la solapa, y el portavoz del Gobierno adelantó el viernes que, los ministerios de Empleo y Hacienda, trabajan con los interlocutores sociales “para buscar proyectos de racionalización y conciliación”. Todo ello, después de que el propio presidente tuviera que dar un toque de atención a quienes, en su propio partido habían abogado por una huelga “a la japonesa”, o habían criticado las anunciadas movilizaciones.
El Ejecutivo, eso sí, se ha anotado dos triunfos consecutivos, garantizándose la paz social en el sector público y entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
A los ataques reiterados de Ciudadanos se ha sumado en los últimos días el PSOE pidiendo, primero, que Mariano Rajoy se someta a una cuestión de confianza si no aprueba los presupuestos; y abandonando después la subcomisión para alcanzar un pacto sobre educación (y arrastrando a Podemos a seguir el mismo camino). Los populares interpretan esta ofensiva de Pedro Sánchez como un intento de recuperar perfil político, después de haber quedado eclipsado y desdibujado por un Rivera en alza, al que algunos llaman incluso “el líder de la oposición”.
Ciudadanos continúa también con sus constantes reproches al Ejecutivo: a todos y por todo, dicen, aunque a veces esa estrategia lleve a Rivera a cometer errores garrafales, como cuando criticó el nombramiento de Román Escolano como ministro de Economía porque, según él, nuestro país perdería una plaza en el Banco Europeo de Inversiones, cuando esa plaza pertenece a España hasta el año 2020. Es una muestra más, aseguran fuentes consultadas por la COPE, de la frivolidad del líder de la formación naranja, que no se estudia los temas. “Con haberse documentado un poco, apuntaban, se habría evitado el patinazo”.
Rajoy pues, seguirá haciendo equilibrios y defendiéndose en todos los frentes, no al ritmo, eso sí, que a muchos en su partido les gustaría. El presidente se aferra quizá a la máxima de Tagore: “no es tarea fácil dirigir a los hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo”.