Muzoon, la Malala siria: “No sabía si podría volver a la escuela, ni si tendría la oportunidad de aprender”

Abandonó su país a los 14 años con su familia y ahora estudia en la universidad en el Reino Unido

Manuel Ángel Gómez

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“Sin educación no podría ser la persona que realmente quiero ser, es algo fundamental, no puedo imaginarme la vida sin educación, y sé cómo puede cambiar mi vida”, cuenta Muzoon Almelehan, refugiada siria, hija de un profesor de primaria de la ciudad de Daraa. Muzoon tenía 14 años cuando sus padres decidieron -en 2013- hacer las maletas y huir de la guerra. Dice que al abandonar su casa en Daraa “no sabía si podría volver a la escuela, ni si tendría la oportunidad de aprender, y mi padre nos dijo que teníamos que coger las cosas que necesitáramos más, sin las que no podríamos vivir”. “Llegué a la conclusión de que mis libros del colegio eran lo más importante para mí, por eso los empaqueté y fueron las únicas pertenencias que llevé en mi viaje al campo de refugiados”, señala. Metió en su mochila libros de historia, geografía, poesía, lengua árabe, física, química, biología...

Asegura Muzoon que no fue fácil salir de Siria, llegar a la frontera y hasta el campo de refugiados en Jordania, el campo de Zaatari. Ahora se la conoce como la “Malala siria”, trabaja como embajadora de Buena Voluntad de UNICEF y ha estado en Palma de Mallorca participando en la Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras. Defiende que “el derecho a la educación debe ser respetado, los niños deben sentirse seguros cuando van al colegio, no deben tener miedo, y las escuelas no deben ser objetivos en las guerras, han de ser lugares seguros para los niños”.”Hay diferentes maneras de hacer las escuelas más seguras, y lo primero que tenemos que hacer es trabajar juntos porque es algo que no puede conseguir un sólo individuo o una sola organización, y los gobiernos juegan un papel fundamental”, según esta refugiada siria. Advierte de que los niños que sin educación y sin las suficientes capacidades son más vulnerables, “es más fácil que les exploten, que abusen de ellos”.

Muzoon Almelehan vive ahora en el Reino Unido con su familia, y estudia Relaciones Internacionales en la universidad. Va a terminar su primer año y afirma que quiere “seguir luchando por la educación y por los niños que no tienen voz”.