Alemania frena el veto a los coches de combustión a partir de 2035: la votación final queda aplazada
La decisión fue aprobada por el Parlamento Europeo el 14 de febrero, pero debe someterse a una última votación del Consejo (normalmente automática) que ha sido frenada por Berlín
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hace un par de semanas, el Parlamento Europeo daba luz verde a la prohibición de vender coches de combustión a partir de 2035. La decisión era firme y tan solo debía ser aprobada por el Consejo de la Unión, un proceso que normalmente se realiza de manera automática y sin ningún cambio, puesto que antes de someterlo a votación, ha sido acordado.
Sin embargo, el veto a los coches de gasolina, diésel e híbridos deberá esperar. Alemania ha frenado la votación final, prevista inicialmente para la próxima semana, y volverá a tratarse "a su debido tiempo". Desde Berlín, ponen en duda la viabilidad de los motores con combustibles sintéticos, aseguran que faltan "garantías" de lo que quiere hacer la Comisión con esto por lo que, por ahora, no van a dar su visto bueno.
Los embajadores de los Veintisiete decidieron hoy posponer la decisión sobre el objetivo de emisiones de los automóviles para 2035, que los ministros comunitarios tenían previsto tomar el 7 de marzo, “a una reunión posterior del Consejo", y agregaron que volverán a tratar esta cuestión “a su debido tiempo”, según ha señalado un portavoz de la presidencia de turno sueca de la institución.
El pasado junio, cuando los ministros de los Veintisiete debían fijar su posición antes de entrar a negociar con el Parlamento Europeo, la fecha de 2035 había generado una pequeña crisis política en el Gobierno de coalición de Berlín, donde las sensibilidades de ecologistas y liberales difieren.
Combustibles de cero emisiones
Finalmente, Alemania aceptó esa fecha, pero -con el apoyo de Italia- consiguió el compromiso de que la Comisión Europea prepararía en 2026 una propuesta para que se puedan matricular aún vehículos con motor de combustión a partir de 2035, siempre que utilicen combustibles sintéticos de cero emisiones contaminantes. Se trata de los combustibles producidos con agua y CO2, con lo que no emiten dióxido de carbono adicional y no tienen huella de carbono.
La Comisión, que se define como "tecnológicamente neutral”, no entra en el tipo de motor que deben tener los vehículos, pero el desarrollo actual de la tecnología invita a pensar que el parque móvil estará dominado por vehículos eléctricos o de hidrógeno, desplazando al motor de combustión. Los combustibles sintéticos de cero emisiones "hasta ahora no parecen muy realistas porque parecen prohibitivos en términos de costes", apuntaba entonces el vicepresidente de la Comisión Europeo para el Pacto Verde, Frans Timmermans.
Con esa cláusula, el pacto entre las veintisiete capitales salió adelante y el Consejo de la UE alcanzó un acuerdo con el Parlamento Europeo que fue aprobado por el pleno de la Eurocámara el 14 de febrero y ahora debía recibir la luz verde formal de los Estados miembros, un trámite que rara vez plantea problemas. Pero Alemania quiere que Bruselas se comprometa de una manera más explícita sobre la viabilidad de los motores con combustibles sintéticos más allá de 2035.
Von der Leyen viaja a Alemania
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tendrá oportunidad de abordar el tema con el Gobierno alemán puesto que participa este fin de semana en el retiro organizado por el Ejecutivo de Berlín, una cita "prevista desde hace mucho tiempo", según la portavoz, quien no confirmó que la cuestión vaya a estar en la agenda.
Además de Alemania, Italia se ha posicionado en contra del texto, pese a que en una votación anterior se había pronunciado a favor, cuestionando que se priorice la electricidad para impulsar los coches y no se consideran otras alternativas que podrían, dicen, lograr el mismo objetivo como los biocombustibles. El texto, no obstante, podría en principio salir adelante con el voto en contra de Italia - así como de Polonia y Bulgaria, que también se oponen- si Alemania votase a favor.