63 años salvando vidas en Dakar

La hermana española, Justina de Miguel, capitanea desde hace cuatro décadas la poupiniere de Senegal

Beatriz Mesa

Publicado el - Actualizado

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Cada día, en países del Africa Occidental como Senegal mueren al menos cinco mujeres mientras dan a luz, son víctimas de la pobreza sanitaria. Las familias recurren a las misioneras franciscanas de María para acoger a los bebés, huérfanos de madre. En el centro de Acogida de Dakar, la capital de Senegal, 80 bebés son atendidos por las religiosas. Alrededor de 5000 niños han pasado por este centro de acogida que cumple 63 años de vida y más de cuarenta capitaneados por la religiosa Justina: "Son vida y son pasión porque ver a un niño que ha venido con un 1’200 o  1’300 y que luego poco a poco se recupera y que son capaces de mirar, sonreír, hablar…"

En la hora del almuerzo. Siempre aparecen voluntarios queriendo colaborar con las religiosas para repartir los biberones. Es uno de los momentos más sosegados del día que permite reflexionar sobre cómo la pobreza es la raíz de todos los problemas sociales de países en vías de desarrollo. "Su madre (en alusión al niño que lleva en los brazos) murió al día siguiente de dar a la luz. Se desangró y no había medios en el hospital. No sabíamos que hacer con este niño. Dos días buscando un hogar…", explica una de las voluntarias . 

Hoy es el día de visitas para los familiares de los familiares que han quedado huérfanos de madre, víctimas de la precariedad sanitaria. La casa de acogida de las hermanas franciscanas se ocupan de ellas en este centro, en la capital de Dakar. Los bebés desde los tres meses y hasta los dos años permanecen en el orfanato, rodeados siempre del amor de las religiosas y el cuidado de las trabajadoras senegalesas que también han encontrado un lugar de refugio en este centro. Un país como Senegal, donde las tasas de desempleo son altísimas, conducen a muchas jóvenes a la prostitución.

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