AstraZeneca, en el centro de la polémica: su contrato con la UE, retrasos constantes y su efectividad
La Unión Europea cerró un acuerdo para recibir 300 millones de dosis de la vacuna, de las que a España le corresponden 31 millones
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Desde hace varias semanas, la vacuna de Oxford y AstraZeneca ha traído diversos quebraderos de cabeza a los países. En este caso ha llevado a muchos de ellos a reelaborar su planes de vacunación, como el caso de España. La polémica comenzó cuando AstraZeneca no había mostrado evidencias de la efectividad de sus dosis en personas mayores de 65 años, lo cual llevó a las autoridades a cambiar la estrategia de vacunación.
Diversos expertos en vacunación aconsejaban precisamente que esta vacuna no se administrara a personas mayores de aquella edad ante las dudas de su efectividad en ese grupo poblacional. Tras varias semanas de dudas, finalmente se confirmó que las vacunas de AstraZeneca se inocularían a personas de entre 18 y 64 años. De hecho, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, ha anunciado hoy en rueda de prensa que se está estudiando si administrar las dos dosis de la vacuna o tan solo una a aquellas personas que ya han superado la covid-19. Aún así hay países como Alemania donde los ciudadanos se muestran reticentes a recibir la dosis de la farmacéutica. De hecho, en el país tan solo se han administrado algo más del 15 por ciento de las dosis recibidas tras el recelo del personal sanitario, por lo que el Gobierno estaría estudiando replantear una vez más el plan de vacunación. ¿Por qué AstraZeneca está en el centro de la polémica?
¿Quién está detrás de AstraZeneca?
La farmacéutica nació en el año 1999 con la fusión del laboratorio sueco Astra AB y la farmacéutica británica Zeneca Group. Desde entonces ha cerrado diversos acuerdos de colaboración con centros hospitalarios como el Instituto de Oncología Vall d'Hebrón o la farmacéutica americana Moderna, así como la adquisición de compañías como Acerta Pharma, ZS Pharma e incluso con centros educativos como la Universidad de Cambridge o el Instituto de Investigación del Cáncer de Reino Unido.
A mediados del año pasado, la Universidad de Oxford firmó un acuerdo con la farmacéutica para desarrollar conjuntamente una vacuna contra el coronavirus y tras varios meses, el pasado 29 de enero, la Agencia Europea del Medicamento dio luz verde a la comercialización de la vacuna de Oxford y AstraZeneca y se convirtió así en la tercera contra la covid-19 que recibió el respaldo de los científicos europeos después de la de Pfizer y Moderna. "Con esta tercera opinión positiva, hemos expandido más allá el arsenal de vacunas disponible en la Unión Europea y los miembros del Espacio Económico Europeo", señaló la directora ejecutiva de la agencia, Emer Cooke.
El contrato de censurado AstraZeneca
El pasado 27 de agosto, la Comisión Europea cerró con AstraZeneca un acuerdo para recibir hasta 300 millones de dosis de su vacuna. Así, a través de aquel contrato, a España le corresponden más de 31 millones de dosis hasta junio de este año. No obstante, el contrato no ha quedado exento de polémica.
El 29 de enero, la Comisión Europea publicó el contrato que había cerrado con la farmacéutica AstraZeneca para la compra de su vacuna después de recibir el visto bueno de la compañía, pero la versión que se hizo pública ocultaba cuestiones esenciales como el precio que se había pagado por las dosis o los períodos de entrega. El documento, por lo tanto, contenía partes censuradas por cuestiones de seguridad, por lo que en primera instancia no se supo cuánto había pagado la Unión Europea por la compra de los viales ni cuándo llegarían a los países. Sin embargo, las redes sociales consiguieron desvelar parte del contenido censurado y se desveló que su coste era de 870 millones de euros, aunque por otro lado varios países ya habían hecho pública aquella cifra.
La estrategia de la compañía para agilizar la producción de vacunas
El pasado miércoles, la farmacéutica admitió que tan solo podría enviar la mitad de de las dosis prometidas a la Unión Europea, tal y como ha asegurado la agencia Reuters. La compañía informó a la Unión que "entregará menos de noventa millones de dosis este segundo trimestre", cuando en el contrato se comprometían a entregar 180 millones. Un nuevo retraso que se ha sumado a los que ya hemos vivido con Pfizer y Moderna.
Tanto es así, que AstraZeneca está estudiando usar plantas fuera de la Unión Europea para poder fabricar más dosis de la vacuna contra el coronavirus con la que poder recuperar todos aquellos viales que se han retrasado durante el primer trimestre del año.
Ante las críticas de varios miembros del Parlamento Europeo, la responsable de AstraZeneca, Pascal Soriot, ha planteado que la empresa es capaz de gestionar la fabricación de vacunas "a nivel global". De esta forma se podría hacer frente a los problemas de producción. "Estamos viendo cómo pueden ayudar otras plantas a la producción y distribución de vacunas en la Unión Europea para alcanzar en el segundo trimestre el volumen original de dosis que proyectamos. Podrían ser plantas de distintos lugares, incluyendo Estados Unidos", ha indicado Soriot.