Lukashenko, el líder autoritario de Bielorrusia desde 1994 que amenaza el suministro de gas europeo

El Gobierno de Bielorrusia ha tenido que hacer frente a numerosas protestas de sus habitantes y a sanciones internacionales por no respetar los derechos humanos

Bielorrusia, un régimen autoritario sustentado por la represión y el apoyo de Putin

Sergio Muñoz González

Publicado el - Actualizado

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Las tensiones entre Bielorrusia y la Unión Europea han aumentado en los últimos tiempos debido a las políticas llevadas a cabo por su líder, Alexander Lukashenko. Organismos internacionales acusan al país de atentar contra los derechos humanos y estar gobernado por un régimen autoritario. Pero esta situación no es nueva, en 2005, el por entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, aseguró que Bielorrusia es "la última dictadura que quedaba en el corazón de Europa".

Alexander Lukashenko llegó al poder de Bielorrusia en 1994 y desde su llegada su autoritarismo se puso de manifiesto en las políticas del país. Lejos de negarlo, el mandatario aseguró en una entrevista en la radio bielorrusa en 2003 que "gobernar con estilo autoritario es una característica mía y siempre lo he admitido", pero destaca que su posición y el Estado nunca le permitirían llegar a ser un dictador.

El discurso de Lukashenko defiende que es la solución para que Bielorrusia tenga estabilidad y protección nacionalista. Este discurso antiinmigración y de protección de las fuerzas de seguridad bielorrusas ha calado en la un parte de la población, sobre todo en las personas de edades más avanzadas que vivieron los tiempos de penuria.

Bielorrusia, un régimen autoritario sustentado por la represión y el apoyo de Putin

El líder bielorruso ha defendido las corrientes del comunismo y fue firme defensor de la URSS. Su llegada a la presidencia se dio por el aumento de su popularidad al estar al frente de una campaña de anticorrupción en el Parlamento de Bielorrusia. Tras dos legislaturas liderando el país, organizó un referéndum para eliminar la ley del máximo de dos legislaturas de un presidente para así poder ser presidente de forma indefinida. En 2010 volvió a vencer en las elecciones, con siete de nueve líderes de la oposición siendo detenidos. En 2015 obtuvo el 83% de los votos y en 2020 el 80%, lo que provocó las revueltas en las calles del país y la respuesta de la UE por considerar que no habían sido unas lecciones democráticas limpias.

El presunto fraude en las elecciones de Bielorrusia provocó que los habitantes del país salieran a la calle a manifestarse ante la tiranía de Lukashenko, que se saldó con más de 2.000 detenciones de manifestantes, ya que el propio Lukashenko que los participantes en protestas serían tratados como terroristas y les "torcerían el cuello como a un pato".

Episodios con más repercusión internacional

Uno de ellos fue la detención de Roman Protasevich, un periodista contrario al mandato de Lukashenko que era uno de los mayores opositores del régimen. La polémica se desató debido a que la detención se produjo en un vuelo internacional que viajaba desde Grecia a Lituania y un caza bielorruso obligó a que el avión desviara el rumbo hacia Minsk, la capital de Bielorrusa, por una supuesta amenaza terrorista. La investigación posterior desveló que este supuesto motivo no existió, por lo que puso en peligro vidas con el objetivo de detener a uno de los mayores opositores de régimen.

Bielorrusia, un régimen autoritario sustentado por la represión y el apoyo de Putin

Otro de los sucesos internacionales más sonados fue el de la atleta olímpica bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya. La velocista criticó durante su estancia en Tokio en los Juegos Olímpicos de 2021 al régimen de Lukashenko y aseguró que fue llevada al aeropuerto por la fuerza para enviarla de vuelta a Bielorrusia. Una vez en el aeropuerto, Krystsina Tsimanouskaya pidió ayuda a la policía del aeropuerto y trabajadores del Ministerio de Relaciones Exteriores gestionaron el problema y trasladaron a la atleta a un lugar seguro.

Tensiones entre Bielorrusia y la UE

Todos estos motivos hicieron que la Unión Europea comenzara a imponer restricciones al país para presionar a su líder a respetar ciertos derechos fundamentales. La respuesta de Lukashenko ante estas limitaciones fue favorecer la entrada de inmigrantes ilegales a la UE para obligar a Bruselas a recular en sus medidas. Primero fue facilitando los vuelos a países como Lituania o Letonia y en estos días por tierra hacia Polonia.

Ante la negativa de la Unión Europea de ceder y poner fin a sus restricciones, Bielorrusia ha lanzado un envite a Bruselas. El régimen de Lukashenko, en plena crisis energética mundial, ha amenazado a la UE con cortar el suministro de gas procedente de Rusia si se imponen nuevas sanciones contra el país. "Estamos calentando a Europa, todavía nos amenazan con cerrar la frontera. ¿Y si les cortamos el gas natural a ellos", reflexionaba el líder bielorruso a la vez que recomendaba a algunos líderes de países europeos que piensen antes de hablar. Además, Vladimir Makei, ministro de Relaciones Exteriores de Bielorrusia , ha asegurado que "ninguna sanción ayudará a quebrar la determinación de las autoridades bielorrusas de proseguir con su política, que tiene el fin de garantizar la estabilidad en nuestro país".

El apoyo de Rusia, clave en la postura de Bielorrusia

Este posible suceso podría agravar aún más el problema de suministro de gas en Europa. ¿Cómo es posible que Bielorrusia pueda poner en jaque a toda la Unión Europea? La clave está en que no está sola, cuenta con el apoyo de una potencia como Rusia. De hecho, bombarderos estratégicos rusos sobrevolaron la frontera de Bielorrusia con Polonia a petición de Lukashenko para saber "lo que hacen al otro lado de nuestra frontera".

Este apoyo se da en medio de una situación en la que se debate reunificar Rusia y Bielorrusia. La defensa de Putin puede estar vinculada a que Lukashenko facilite una unificación de ambos países y se produzca una "anexión blanda". A cambio de no poner demasiados impedimentos, Rusia podría proporcionar todo tipo de ayudas, incluso militares.

Bielorrusia, un régimen autoritario sustentado por la represión y el apoyo de Putin