El cabecilla del Qatargate confesará todo a cambio de una rebaja de pena

El ex eurodiputado Panzeri se convierte en un "arrepentido" ante la justicia belga y promete desvelar los detalles y los nombres de la trama de sobornos del Parlamento Europeo

El cabecilla del Qatargate confesará todo a cambio de una rebaja de pena

Paloma García Ovejero

Publicado el - Actualizado

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Este martes, Pier Antonio Panzeri tenía que comparecer ante el juez a primera hora de la mañana y no se ha presentado. Su abogado, en cambio, sí estaba en el Palacio de Justicia de Bruselas a la hora acordada, pero no se ha parado a hablar con la prensa ni ha dado explicaciones sobre lo que estaba sucediendo en la sala. La respuesta –aún provisional-- llegaba en la sobremesa: “Por motivos personales, P.P. ha decidido hoy retirar su recurso ante el Tribunal de Apelación”. Sin más.

Ha sido avanzada la tarde cuando la Fiscalía Federal belga ha lanzado el misil, en forma de comunicado de prensa: acuerdo de arrepentimiento. El hombre sobre el que pivota el entramado entero de corrupción, se compromete a hablar a cambio de ver rebajada su condena. Ellos le llaman “Pier Panzeri” y de ahí las iniciales que utilizan en sus textos. Pero las voces en el Parlamento eran mucho más expresivas: “¡Antonio va a hablar!”. En los despachos italianos corrían risitas y temblores.

Y es que el memorándum que ha firmado hoy Panzeri se basa en una ley inspirada en la lucha contra la Mafia, que los propios belgas traducen como “pentiti” (“arrepentidos” en italiano) y que solo se había utilizado en una ocasión anterior. Consiste en un compromiso por el que el “pentito” se compromete a hacer declaraciones sustanciales, reveladoras, veraces y completas sobre la implicación de terceras personas y sobre su propia implicación. A cambio, él verá reducida su pena: no se libra de la cárcel, pero serán menos años, y además multa y confiscación de todos los bienes adquiridos, cuyo valor estimado es de 1 millón de euros.

Es decir, que acaba de darles la noche a todos los que se saben salpicados por los sobornos de Marruecos o Catar, y a los abogados de los otros tres encarcelados, que se enfrentan a un nuevo caso donde se juega con dos barajas. Panzeri puede mentir, pero le va el futuro en ello. Y ha prometido explicar a los investigadores estos puntos concretos del Qatargate:

Y el postre: nombres y apellidos de las personas a quien el propio Panzeri ha sobornado. Esto nos sitúa ante un nuevo mapa de eurodiputados, no necesariamente italianos o socialistas como hasta ahora, y de asistentes parlamentarios o incluso parejas sentimentales cuyos viajes e ingresos no justificados caerán bajo la lupa de la fiscalía belga en las próximas horas. El Qatargate recomienza.