Chema Gil, experto en geopolítica, sobre la crisis en Polonia y Bielorrusia: "Es una guerra híbrida"

Los intereses económicos por el gasoducto proveniente de Rusia son la causa principal de la inestabilidad: "O en Europa somos una unión o nos vamos a la nada"

Alex García

Publicado el - Actualizado

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Cuando hablamos de inmigración, debemos ser siempre cautelosos a la hora de mencionar los movimientos que se producen a nivel internacional. Se trata de personas, gente como usted o yo que, por circunstancias, les ha tocado vivir en sus propias carnes, la crueldad y la tiranía de una gobernanza inestable, irrespetuosa y con alta beligerancia.

A veces encontrar respuestas a qué es lo que puede motivar a esas personas a huir de sus casas, de sus tierras y de sus países, es tan simple como coger un bolígrafo, introducirlo en un casete y rebobinar la cinta de nuestra vida. La Guerra Civil de nuestro país se llevó por tierra la vida de una cantidad enorme e injustificada de personas; pero otros muchos tuvieron que someterse al yugo de la huida, a refugiarse para tratar de sobrevivir a la situación tan explícita que vivía España.

Es precisamente eso mismo lo que está ocurriendo con las personas que están llegando procedentes de Oriente Medio, engañadas y embaucadas por determinados gobiernos que solo quieren desestabilizar a la Unión Europea.

Tal y como llevamos conociendo todos recientemente, la crisis migratoria de la frontera entre Polonia y Bielorrusia, lejos de calmarse, está generando un caldo de cultivo tan complejo, que cuesta encontrar una solución digna al conflicto para los socios europeos. Mientras los primeros migrantes logran cruzar las pobres concertinas polacas, magullados y heridos en busca de su salvación; Bielorrusia sigue colaborando para que esto siga ocurriendo y el flujo sea lo más grande posible.

Las imágenes de pasividad de las fuerzas armadas del país ex-soviético, los videos de diferentes soldados colaborando para que todas las personas crucen la frontera y la venta a granel de billetes de avión a países como Irak; muestran una realidad que desde el país bielorruso niegan. Es de sobra conocido que Lukashenko se lava las manos con lo que acontece, y el paso constante de aviones rusos por el cielo de su país revelan que la Federación está más que satisfecha con el panorama.

"Es una guerra híbrida, no una crisis migratoria"

La Unión Europea vuelve a sufrir nuevamente la dejadez y coacción de las primeras potencias mundiales, y en este caso es reincidente. La Federación de Rusia con Vladímir Putin a la cabeza, está muy al día de lo que le ocurren a sus vecinos europeos, y lo más reciente sin lugar a dudas es el cierre del gasoducto de Argelia que abastece a todo el sur del viejo continente. Como muchos sabrán, Rusia es la otra alternativa de abastecimiento desde el norte, por lo que técnicamente se han convertido en la única fuente de gas para Europa.

Chema Gil es experto en geopolítica, geoestrategia y seguridad internacional; y para intentar encontrar alguna lógica en los recientes actos que están aconteciendo, ha pasado por los micrófonos de la Cadena COPE. "El problema afecta a toda Europa, pero no se está siendo consciente de ello", afirma el experto, quien al mismo tiempo considera que no sede tildar a los sucesos que están pasando de "crisis migratoria", sino que más bien se trata de "una guerra híbrida con intereses muy claros".

Se refiere Gil a este término puesto a que lo que se está viviendo es un constante "chantaje propio de este tipo de guerra". El ejemplo más evidente es precisamente la amenaza de cerrar el gasoducto. "Europa se encuentra ante un reto terrible", afirma. Pero, ¿cuáles son esos intereses?

Sembramos vientos, recogemos tempestades

Rusia conoce su posición y como tal busca explotarla, conociendo el conflicto que hay entre Argelia y Marruecos la vía de actuación es sencilla: "lo que quieren es más dinero por su gas, absolutos intereses económicos". Precisamente da la sensación de que esa puede ser la solución que acabaría con el problema, hincar la rodilla.

El cierre de Argelia ha propiciado el ninguneo hacia una Unión Europa que da la sensación de ser de todo excepto una "unión". Los actores de los países considerados líderes de este vínculo parecen estar únicamente pensando en sus intereses y no en lo que ocurre con el resto de socios. Esto no es nada nuevo, seamos conscientes de lo que lleva ocurriendo en España, Italia y Grecia durante décadas con las crisis migratorias y las constantes miradas hacia otro lado de Bruselas. Magia pura, nada por aquí, nada por allá.

Chema Gil es tajante con esta realidad, "o la Unión Europea tiene una autonomía estratégica en el mundo o no somos nada". Ni más ni menos. Solo a partir de ese momento los socios seríamos "un actor potente para el resto del mundo". "Lo que está aconteciendo no debería ser una amenaza, pero va a ser un reto para nuestra economía", un desafío como tantos otros, que necesita únicamente una palabra, "unidad".

"Europa está siendo cobarde"

Teniendo en cuenta los actores y la posición en la que están las fichas de este tablero, parece que lo que va a ocurrir es que nuevamente habrá una Europa "unida" cruzando por el aro de Rusia, Bielorrusia, Argelia y quien se precie; no obstante lo que se debe tener aún más en cuenta es a las personas que realmente tienen su vida en vilo en este absurdo juego de divisas. Los migrantes.

Actualmente, con cifras de este mismo verano, nuestro continente está acogiendo a un total de 26 millones de refugiados y. 45,7 millones de desplazados internos. Unos números altísimos que evidencian algo que países como Grecia; donde como cuenta Chema Gil "están teniendo problemas para alimentar a la gente, hay desabastecimiento, no hay comida".

No solo eso, sino que el escenario es tan desconcertante y los intereses tan divididos, que es más que probable que en Europa "vaya a morir gente de hambre", una problemática que es tan grande como la irresponsabilidad de la antigua Comunidad Económica Europea. "Estamos siendo unos cobardes" sentenció el experto en geopolítica, geoestrategia y seguridad internacional, "o somos realmente una Unión Europea, o no somos nada.