Cubren con una lona un glaciar en los Alpes italianos para evitar su desaparición
El glaciar de Presena ha perdido más de un tercio de su volumen en los últimos años
Roma - Publicado el - Actualizado
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Los datos son preocupantes. En las dos últimas décadas han desaparecido más de 200 glaciares en los Alpes a causa del calentamiento global. El Comité de Glaciares de Italia (CGI) lleva tiempo alertando sobre la situación. Cada año estudia las masas de hielo del país y recuerda que estas las masas de hielo suponen el depósito de agua dulce para el resto del verano el verano, que sirve de sustento a la agricultura y a la industria de la zona.
Hasta hace unos años era posible esquiar durante el verano en el glaciar de Presena, que tiene una longitud de casi un kilómetro y está situado en la frontera entre Lombardía y el Trentino. Ante su inminente desaparición se cubre con lonas desde mediados de junio a octubre. De esta forma consiguen paliar su regresión, aunque los costes sean muy elevados.
En estos días, con más retraso de lo habitual debido a la pandemia, un numeroso grupo de técnicos y maquinaria pisanieve trabaja contra reloj para cubrir el glaciar con lonas protectoras con el objetivo de evitar la fusión de nieve con la llegada del verano.
En invierno cerca de 10 cañones de nieve aportan nieve extra que ayuda a incrementar el espesor del glaciar y en verano se cubre con estas lonas que miden 5 metros de ancho por 70 metros de largo. Se cosen unas a otras y gracias a su composición consiguen que los rayos del sol se reflejan en el color blanco y, por lo tanto, no afecten a la nieve. Además, también consiguen proteger el hielo de las lluvias de verano que suelen deteriorar gran parte de los glaciares.
Este proceso requiere un alto coste, pero ha evitado que desde el año 2008 hasta este 2020, el glaciar reduzca su espesor en cerca de 50 metros.
El efecto óptico de esta cubierta resulta impresionante, aunque su color blanco apenas se distingue de la nieve. Eso sí, se necesitan casi seis semanas para instalar las lonas y otras seis semanas en el otoño para recogerlas y dejarlas preparadas para la siguiente temporada.