Un estudio científico sitúa en el nordeste español el origen de la segunda ola europea del covid-19
El brote habría surgido en trabajadores del campo y los turistas lo expandieron por toda Europa
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La primera voz de alarma la ha dado el Financial Times con su exclusiva, titulada así: “Los científicos alertan de una nueva variante del coronavirus expandiéndose por toda Europa. Una mutación genética que se originó en España, esparcida por los veraneantes a su regreso”. No es culpa de nadie, y al mismo tiempo es culpa de todos. Un brote puede surgir en cualquier momento y en cualquier lugar, pero en este caso se han identificado tres factores:
El equipo internacional que ha llevado a cabo la investigación ha seguido el trazado del virus a través de sus mutaciones genéticas. Cada variante de la COVID-19 tiene su propio sello, y ellos se han dedicado a desandar el camino hasta concluir que esta cepa concreta emergió entre los trabajadores agrícolas del nordeste de España el pasado mes de junio.
Uno de los dos responsables del estudio, disponible ya en el repositorio medRixiv, es el español Iñaki Comas, jefe del consorcio SeqCovid-Spain ((liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC) e investigador de la Universidad de Valencia. Es el coautor junto a investigadores de la Universidad de Basilea y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich. Pero cabe matizar que estamos todavía ante un preprint: es decir, un artículo científico que aún no ha sido revisado por expertos externos y publicado en ninguna revista especializada. Esta es una práctica cada vez más común, sobre todo a raíz de la pandemia: los estudios clínicos quedan a disposición de todo el mundo, en acceso abierto, para que cualquiera los vea y los revise. Esto acelera los tiempos y la transparencia, pero exige una dosis extra de cautela. En cualquier caso, los datos están ahí, más allá de que el artículo definitivo pueda sufrir alguna modificación.
No está claro aún, explican los autores, si esta variante se está propagando tanto porque es más fuerte o tiene alguna ventaja que favorezca su transmisión, o “si la alta incidencia en España sumada a la difusión a través de los turistas es suficiente para explicar el rápido aumento en múltiples países”. Pero la realidad es que la mutación del nordeste español, bautizada como 20A.EU1, está en el 80% de los casos analizados de España y del Reino Unido, el 60% de los de Irlanda y hasta el 40% de los suizos. También prevalece en Noruega, Letonia, los Países Bajos y Francia. Y se ha detectado su rastro en Hong Kong y Nueva Zelanda.