Europa quiere evitar repetir el desastre que supuso la crisis de refugiados de 2015

Seis años no han podido borrar las terribles imágenes de miles de refugiados tratando de llegar a Europa en busca de un futuro mejor por culpa de la guerra en Siria

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José Luis Concejero

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Seis años no han podido borrar las terribles imágenes de miles de refugiados tratando de llegar a Europa en busca de un futuro mejor por culpa de la guerra en Siria. En 2015 se vivió una de las mayores crisis de la historia reciente de Europa, una crisis de refugiados que provocó unas heridas entre los diferentes países que todavía siguen siendo evidentes.

Se recuerdan con especial tristeza los campamentos de refugiados en varias ciudades europeas, como Calais en Francia o en varias ciudades de Grecia donde miles de Sirios vivían en situaciones infrahumanas.

La llegada de los Talibanes al poder en Afganistán ha vuelto a generar mucha preocupación en las Instituciones Comunitarias ante el miedo de que la historia se vuelva a repetir. Algunos creen que solo es una posibilidad, otros sin embargo dan por hecho que en los próximos meses se puede vivir en Europa una nueva oleada de refugiados que busquen en territorio comunitario unas condiciones dignas lejos del terror talibán.

La pregunta ahora es, ¿está Europa preparada para acoger a miles de refugiados Afganos? La pasada crisis del año 2015 generó enormes conflictos entre los diferentes países europeos. Muchos de ellos, del este fundamentalmente como Hungría, Polonia o la República Checa apenas acogieron refugiados y el resto entre ellos España no alcanzó la cifra de migrantes que se había aprobado en el seno de la Unión Europea.

Estos días se multiplican las reuniones en Bruselas para ver de qué forma se puede canalizar esta situación. Los Ministros del Interior barajan la posibilidad de apoyar a los países vecinos de Afganistán para evitar en la medida de lo posible que lleguen a Europa, una tarea complicada por la poca fiabilidad que aportan estos países.

Grecia por ejemplo ya ha dicho que no quiere ser, como ya ocurrió en el pasado, la puerta de acceso de miles de refugiados y ha pedido a Bruselas una respuesta coordinada de todos.

Además, la Unión Europea se ha comprometido en ayudar económicamente a las organizaciones que trabajan sobre el terreno.