Hadiqa Basir, la chica pakistaní que se negó a casarse con 11 años

En declaraciones a la Cadena COPE asegura que “algunas niñas quieren negarse, pero no pueden porque les obligan a callarse"

Manuel Ángel Gómez

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“Cuando cumplí 11 años llegó a casa una propuesta matrimonial de un taxista, y mi familia aceptó”, cuenta Hadiqa Bashir. Más de 12 millones de niñas son obligadas a casarse a la fuerza cada año en países como Pakistán, Burkina Faso, Sudán del Sur, Yemen, Bangladesh, pero también se dan casos en Estados Unidos o en naciones europeas, como Reino Unido. Hadiqa, pakistaní, con dos hermanos pequeños, y ahora con 17 años, consiguió librarse del matrimonio forzado que le preparaban sus padres gracias al apoyo de su tío. “No quería casarme porque deseaba seguir con mis estudios”, explica Hadiqa. Advirtió a sus padres de que acudiría a los tribunales, y “se dieron cuenta de que lo que hacían estaba equivocado”, señala esta chica pakistaní que ahora se dedica a dar voz alrededor del mundo a los derechos de las niñas.

No quería casarme porque deseaba seguir con mis estudios

Hadiqa dice que “si las chicas se casan pronto afectará a su educación, destruirá sus vidas”, y que “hay muchas niñas que son obligadas a casarse antes de los 16 años, con 9, 10 y 11 años”. Y que algunas quieren negarse, “pero no pueden porque les obligan a callarse, a decir que sí”. Además, con estos matrimonios se abre la puerta a los malos tratos. Cuando Hadiqa tenía 7 años una de sus amigas le anunció que se iba a casar. “Pensamos que seguiría yendo al colegio, pero no; y en una fiesta nos contó que su marido la pegaba con un cable de hierro”, señala.

Con estos matrimonios se abre la puerta a los malos tratos

Hay 650 millones de mujeres casadas que contrajeron matrimonio cuando eran menores; cuatro de cada diez mujeres en África se casaron con menos de 18 años, tres de cada diez en Asia. “Es una práctica todavía muy extendida”, asegura Eva Suárez-Llanos, directora adjunta de Amnistía Internacional, pero se han conseguido evitar 25 millones de matrimonios forzados. La pobreza, la tradición y el honor familiar son algunos de los factores que llevan a los padres a permitir estos enlaces.