El hijo de Elma, secuestrada por Hamás, en COPE: "Tiene 84 años, está enferma y necesita medicinas"

Uri ha contado en COPE que la última vez que habló con Elma fue a las 10.20 del 7 de octubre, "dijo que había alrededor de cien terroristas asesinando y secuestrando" en su kibutz

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Elma Abraham es uno de los más de 200 rehenes que Hamás secuestró durante sus ataques a Israel el pasado 7 de octubre. Los milicianos de Hamás entraron en la casa de esta mujer israelí de 84 años, situada en un kibutz a tan sólo un kilómetro de la frontera con Gaza.

Imagen de Elma, de 84 años, que ha enviado a la Cadena COPE su hijo Uri

"Cuando empezó, me desperté por las sirenas en Tel Aviv. Tenía el móvil en silencio y había recibido cinco mensajes de mi madre. Me contaba que estaban en las casas", cuenta al jefe de Internacional de la Cadena COPE uno de los hijos de Elma, Uri.

El relato de Uri es estremecedor, "me dijo que había alrededor de cien terroristas en el kibutz asesinando y secuestrando a gente. Ella no pudo cerrar la habitación de seguridad, es necesario tener un poco de fuerza y ella está muy débil".

Horas después, cuando ya se habían ido los terroristas de Hamás, un hermano de Uri se acercó a casa de su madre con dos soldados, "la puerta de entrada estaba abierta, estaba todo desordenado y su madre no estaba".

Elma está enferma y necesita medicación

Poco tiempo después, un familiar les envió una foto de su madre que encontró en Telegram sentada en una moto acompañada de dos hombres armados.

La última vez que Uri habló con su madre fue el sábado de los ataques de Hamás, "alrededor de las 10.20 horas. Me dijo que estaba escuchando tiros cerca de su casa. Esa fue la última conversación que tuve con ella", recuerda en su entrevista con Manuel Ángel Gómez y advierte que su madre, Elma, "es una persona mayor y necesita medicinas porque hace cinco años la operaron a corazón abierto".

Elma Abraham es uno de los más de 200 rehenes que Hamás secuestró el 7 de octubre

Uri pide la liberación de su madre y del resto de los rehenes, pero subraya que "no se puede negociar con esta gente…, quizá con los países que les apoyan. Son más de 200 personas secuestradas y probablemente no tienen a todos en el mismo sitio".

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