Historias tras el coronavirus: Gennaro Arma, el “capitán coraje” del Diamond Princess

Tenía muy claro que él sería el último en abandonar el crucero declarado en cuarentena por los casos de contagio por el coronavirus

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Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Existe una tradición popular amparada por el derecho internacional por la que se espera que el capitán de una embarcación permanezca a bordo hasta que todos los pasajeros hayan sido evacuados o estén a salvo. El Derecho Internacional obliga a los capitanes a garantizar la seguridad de los pasajeros y de la tripulación.

Todos tenemos en la cabeza la imagen del capitán del Titanic, Edward Smith, quien permaneció cerca del puente de mando a medida que el barco se hundía y en Italia se recuerda aún hoy con vergüenza al capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, condenado a 16 años de cárcel por abandono del barco durante su naufragio en 2012.

El capitán Gennaro Arma, capitán del “Diamond Princess” desde 2018 tenía muy claro que él sería el último en abandonar el crucero cuando las autoridades japonesas declararon la cuarentena por los casos de contagio por coronavirus.

El crucero con más de 3.700 personas a bordo había partido de Yokohama el 20 de enero y, tras realizar varias escalas, regresó el 3 de febrero al puerto de origen donde se estableció la cuarentena después de que se confirmara que un pasajero que previamente se había bajado en Hong Kong tenía el coronavirus.

Desde entonces, más de 700 pasajeros y tripulantes del Diamond Princess dieron positivo en la prueba del coronavirus, y 6 de ellos terminaron falleciendo a causa de otras complicaciones previas.

Los pasajeros han ido narrando que este italiano consiguió calmar a los 3.700 pasajeros, tranquilizándolos con mensajes en los que daba información continua, desdramatizaba con sentido del humor y paralelamente resolvía las preocupaciones de cada uno de sus pasajeros.

Gennaro Arma, el “capitán coraje” del Diamond Princess

Gennaro Arma, el “capitán coraje” del Diamond Princess

Hay que tener en cuenta que los pasajeros permanecieron muchos días encerrados en sus habitaciones, algunas de ellas, las interiores, simples cabinas sin ventanas.

La estrategia del capitán coraje para evitar el pánico

Alguno de los mensajes con los que Gennaro Arma subía a diario la moral de los turistas a bordo del Diamond Princess han sido relatados por los propios pasajeros. Al inicio de la cuarentena los animaba a leer los mensajes de apoyo que llegaban desde las redes sociales, recordándoles, por ejemplo, que un "Un diamante es un pedazo de carbón que ha evolucionado muy bien bajo presión", invitándoles a mantener una actitud positiva a pesar de la situación que atravesaban.

 Les decía también que el mundo les estaba mirando y que, si conseguían permanecer unidos, como una familia, el viaje sería un éxito. Cuentan también que el día de San Valentín, envió chocolates a los pasajeros y recitó por los altavoces un pasaje del Antiguo Testamento: "El amor lo perdona todo, lo cree todo, lo espera todo, lo soporta todo".

El Diamond Princess se ha convertido en el segundo foco del coronavirus tras China

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Los pasajeros mayores de 70 años que dieron negativo en las pruebas del coronavirus fueron los primeros en salir del barco. Desde distintos países se fletaron aviones para acudir a recoger a los pasajeros sanos.

Finalmente, el pasado domingo por la noche los últimos 130 tripulantes del crucero abandonaron la nave, que durante los próximos días se someterá a una desinfección.

Tanto el capitán como el resto de la tripulación deberán permanecer dos semanas en cuarentena en una instalación preparada por el gobierno japonés cerca de Tokio. En cuanto se compruebe que dan negativo en las pruebas podrán abandonar Japón y volver a sus países de origen.

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