Las mujeres afganas desaparecen de la vida pública: “La comunidad internacional nos ha dejado solas”

“La situación es muy deprimente”, asegura a COPE Mary Akrami, directora de la Red de Mujeres Afganas

Manuel Ángel Gómez

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Las mujeres han ido perdiendo libertades y derechos en Afganistán desde que a mediados de agosto de 2021 -hace casi cinco meses- volvieran al poder los talibanes. Han ido desapareciendo de la vida pública. Recientemente los talibanes han prohibido que las mujeres realicen viajes de más de 72 kilómetros sin ir acompañadas por un hombre de su familia. Además, han eliminado su presencia en la mayoría de los puestos de trabajo, han vetado las apariciones femeninas en programas de televisión y en películas, y han abolido el Ministerio de Asuntos de la Mujer. “Desafortunadamente la situación es muy deprimente”, asegura a COPE Mary Akrami, directora ejecutiva de AWN (Red de Mujeres Afganas, por sus siglas en inglés), nominada para el último premio Sajarov. “La comunidad internacional nos ha dejado solas, no lo puedo olvidar. Se ha jugado con la vida de más de 36 millones de personas, con la población de Afganistán, con todo lo que teníamos. Ahora tenemos que trabajar con ellos (los talibanes)”, señala. Dice que “los talibanes no representan a todos los afganos, sólo representan a un grupo, y la comunidad internacional tiene que poner condiciones al reconocimiento de su gobierno. Si quieren reconocer al gobierno de los talibanes primero tendrán que escuchar al pueblo de Afganistán, y especialmente a las mujeres de Afganistán”.

La directora de AWN defiende que “no es fácil ahora controlar a las mujeres de Afganistán porque no es la mujer que era hace 20 años”, cuando los talibanes estuvieron por primera vez en el gobierno en Kabul. Explica que “lo bueno es que ahora vemos que hay mujeres comprometidas, con talento, con capacidad y tenemos que ver como protegerlas, financiarlas porque todavía hay muchas mujeres y muchas organizaciones sobre el terreno; estamos en contacto, estamos conectadas y todavía estamos trabajando”. Mary Akrami abandonó Afganistán en la segunda mitad de agosto, y está refugiada en Wisconsin, en Estados Unidos. “Me obligaron a abandonar el país, obligada por mi hermano, por mi familia; me presionaron para dejar mi hogar y no fue fácil”, cuenta denotando tristeza.

La Red de Mujeres Afganas es una ONG dirigida a garantizar la participación igualitaria de la mujer en la sociedad civil de su país. Dispone de una red de refugios seguros -una veintena en todo Afganistán- para mujeres maltratadas o que han sufrido abusos sexuales. Más de 20.000 mujeres han recibido ayuda de esta organización.