Luis Manuel Otero, en huelga de hambre, hospitalizado a la fuerza por el régimen en Cuba
Las autoridades cubanas “no quieren tener un mártir”, asegura a COPE Yanelys Núñez, amiga del artista y coordinadora del Movimiento San Isidro
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
“Luis Manuel Otero Alcántara permanece detenido, porque no se puede llamar de otra manera, está preso en un hospital, con toda una planta solo para él; el hospital está lleno de seguridad del Estado y de policía”, cuenta a COPE Yanelys Núñez, amiga del artista cubano y coordinadora internacional del Movimiento San Isidro. El 25 de abril Luis Manuel Otero inició una huelga de hambre para pedir a las autoridades cubanas que levantaran “el cerco policial”, le devolvieran sus obras y permitieran el “libre ejercicio artístico”. Yanelys Núñez explica que unos días antes, “el 16 de abril, Luis sufre el allanamiento de su casa, la policía se lo lleva detenido, y se llevan las obras que tenía puestas en las paredes, se las llevan, las rompen”. Cuando regresa a su domicilio desde la cárcel, en varias ocasiones “intentaba salir y le detenían a 100 metros de su casa”. Por ese motivo, decide dar un paso más y declararse en huelga de hambre.
El 2 de mayo agentes cubanos entran en su casa y es trasladado a la fuerza al hospital Calixto García. “El último mensaje que Luis envía a su tío Énix es: están entrando. Forzaron la puerta, entraron y se lo llevaron. Y en un momento de debilidad no puedes forcejear con la policía”, dice la coordinadora internacional del Movimiento San Isidro. El régimen cubano ha difundido vídeos del artista que “muestran a un Luis frágil, medio drogado”, señala Yanelys Núñez, que está en contacto con varios familiares “que no quieren dar testimonio público porque tienen miedo; vete a saber la presión que están sufriendo de las fuerzas de seguridad del Estado”. Lo que cuentan es que “le están suministrando líquidos, pero no quiere comer, y que sólo permiten a la familia visitarle una vez al día”.
Yanelys Núñez asegura que “el régimen sabe la visibilidad que tiene Luis, las personas que lo respaldan, y no quiere tener un mártir; saben que su muerte crearía un referente y un mártir, y quieren deshacerse de él, pero de otra manera, que se exilie, que colapse a nivel nervioso, pero no quieren un mártir”. A su juicio, “el gobierno cubano sabe muy bien lo que hace, está jugando con el tiempo, con el cansancio de las personas en las redes, está tratando de bajar los ánimos alrededor de la campaña a favor de Luis; ellos tienen todo el tiempo del mundo para conseguir que ceda”.