Meng Wanzhou, la “heredera” de Huawei

La detención en Canadá de la hija del fundador de este gigante chino de las telecomunicaciones, agrava la guerra comercial entre Pekín y Washington

Canadá denuncia que ya hay 13 detenidos en China desde el arresto de la ejecutiva de Huawei

Pablo M. Díez

Publicado el - Actualizado

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Meng Wanzhou, hija del fundador de Huawei y directora financiera de la compañía, lleva detenida en Canadá desde el día 1 de diciembre por orden de Estados Unidos, que la reclama por, presuntamente, haber violado las sanciones contra Irán. A la espera de que se resuelva esta orden de extradición, la Corte Suprema de la provincia de la Columbia británica decide su libertad bajo fianza en un caso que ha agravado la guerra comercial entre Pekín y Washington y, de paso, enrarecido las relaciones diplomáticas de China con Canadá.

La detención de Meng Wanzhou golpea al autoritario régimen de Pekín donde más le duele: en su empresa tecnológica más puntera e internacional. Hija de Ren Zhengfei, un ingeniero retirado del Ejército Popular de Liberación que en 1987 fundó Huawei de la nada y es miembro del Partido Comunista, Meng Wanzhou forma parte de la élite del régimen chino. Nacida en 1972, también es conocida como Sabrina Meng, y no Ren, porque tomó el apellido de su madre cuando sus progenitores se divorciaron. Nada más terminar sus estudios universitarios en 1992, trabajó en el Banco de la Construcción de China antes de unirse a la empresa de su padre. Al igual que este, ha mantenido un perfil público muy discreto. Pero, en las escasas entrevistas que ha concedido, ha contado que empezó desde abajo en Huawei, primero como secretaria y luego como contable, haciendo incluso hizo de telefonista en sus inicios.

Tras el Máster en Ciencia y Tecnología que cursó en la Universidad de Huazhong en 1997, volvió al departamento de contabilidad de Huawei, que ha modernizado durante su dirección desde Hong Kong. Aunque su padre ha delegado la gestión de la compañía en un consejo de dirección con presidentes rotatorios, Meng ascendió este año a una de las cuatro vicepresidencias sin perder el control de las cuentas. Un nombramiento que ha disparado entre los medios chinos todas las especulaciones como posible “heredera” de Huawei. Pero su padre, que tiene ya 74 años y una fortuna estimada en 3.400 millones de dólares (2.990 millones de euros), insiste en que ninguno de sus hijos le relevará al frente de la compañía.

Además de Sabrina, de 46 años, Ren Zhengfei tiene otro hijo que también trabaja en Huawei, llamado Meng Ping, y una hija de 21 años, Yao Ling, que estudia ciencias informáticas en Harvard y deslumbró el mes pasado en su puesta de largo ante la élite global en el tradicional Baile de Debutantes de París.

Con dos mansiones en Vancouver, valoradas en más de 16 millones de dólares (14 millones de euros) y puestas a nombre de su marido, Liu Xiazhong, Meng emigró en el pasado a esta ciudad donde vive una numerosa comunidad china, la mayoría de clase alta como ella. Aunque renunció a la residencia permanente en Canadá y regresó a China en 2009, una de sus hijas de un matrimonio anterior y la de su actual marido siguieron estudiando en Vancouver hasta 2012, según recoge el periódico de Hong Kong “South China Morning Post”. Desde Vancouver, su esposo puede visitar con regularidad a otro hijo que estudia en EE.UU., donde al parecer Meng no pone el pie desde 2017 por temor a ser detenida, como así ha ocurrido finalmente.

Siguiendo una orden emitida en agosto por un tribunal de Nueva York, el fiscal pide su extradición para ser juzgada por, presuntamente, haber intentado vender material informático a Irán hace una década, cuando estaban en vigor las sanciones contra su programa nuclear. Como directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou habría utilizado una empresa subsidiaria de Hong Kong, llamada Skycom, de cuyo consejo de administración formó parte entre 2008 y 2009. Acusada además de mentir sobre la unión entre Huawei y Skycom y de exponer al banco HSBC a sanciones por ocultar la operación, Meng se enfrenta a una pena de 30 años por cada cargo.

Tal y como desveló Reuters hace cinco años, la oficina de Skycom en Teherán ofreció en 2010 a una operadora de telefonía iraní material informático de la marca HP por valor de 1,3 millones de euros pese al embargo vigente. A tenor de dicha agencia, al menos 13 páginas de dicha propuesta estaban marcadas como “Confidencial de Huawei” y llevaban su logo.

Aunque la operación nunca llegó a efectuarse y Huawei niega toda irregularidad, EE.UU. está usándola para presionar a China en su guerra comercial, que ha provocado aranceles mutuos sobre productos por más de 300.000 millones de dólares. Con las acusaciones sobre Meng Wanzhou, que ocupa una de las cuatro vicepresidencias de Huawei, Washington apunta directamente al buque insignia de la tecnología china.