Por qué el sistema electoral francés augura una victoria clara de Macron frente a Mélenchon
Las legislativas de Francia concluyen este domingo en una segunda vuelta diseñada para favorecer al candidato de Ensemble
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hasta en 272 de las 577 circunscripciones que han llamado a voto en estas legilsativas francesas se enfrentan directamente la confluencia política de Macron, Ensemble, con la coalición de izquierdas NUPES de Jean-Luc Mélenchon. Si bien antes de la primera vuelta se esperaba un enfrentamiento más igualado, este 19 de junio las encuestas comienzan a augurar una diferencia más holgada entre el presidente de la república y el candidato de izquierdas.
Ensemble se mueve en una horquilla de 255 y 310, la mayoría absoluta son 289. Actualmente la coalición presidencial tiene 346, por lo que bajaría respecto a las elecciones de 2017 pero, en todo caso, Macron tendrá una mayoría, de acuerdo a las encuestas, aún está por saber si amplia o relativa. NUPES (Nueva Unión Popular Ecologista y Social) se mueve en una horquilla de 150 y 205 diputados, por lo que sería el segundo grupo de la cámara, el primer partido de la oposición. Los republicanos se movería en torno a 55 y 80. Le Pen podría doblar sus 8 diputados. Una situación que tiene menos que ver con la reciente victoria de Macron en las presidenciales y más con el sistema de voto francés.
El sistema de voto de las legislativas francesas
En Francia el sistema no es, ni mucho menos, similar al de España, que funciona por listas en las que cada provincia elige un número de diputados y el reparto es proporcional al número de votos de la circunscripción. Como explica Luis Rodrigo de Castro, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad San Pablo CEU, “las parlamentarias francesas se parecen más al sistema de España para elegir al Senado”.
Es un sistema de escrutinio uninominal mayoritario a dos vueltas, son candidatos individuales, un sistema parecido al de Estados Unidos para la Cámara de Representantes. Circunscripciones muy pequeñas que suelen representar a un municipio y que, en grandes ciudades como París o Marsella, se reduce a distritos. Es un sistema de un diputado por cada circunscripción (577).
“En la primera vuelta si el candidato tiene el 50% de los votos, automáticamente sale elegido y no hay una segunda vuelta en esa circunscripción pero, en aquellas que no salga ninguno, pasan los dos más votados, aunque haya duelos triangulares porque el resultado sea muy ajustado”, explica a COPE. “En la segunda vuelta el que gana sale elegido diputado”.
Cómo el sistema funciona a favor de Macron
“Por su propia definición pasan los más votados, los pequeños se quedan fuera, que en la segunda vuelta respaldan a aquellos que por cuestiones ideológicas tengan más afinidad”. Un dato que resulta crucial para entender la desventaja con la que cuenta Mélenchon en esta segunda vuelta. “El principal problema es que NUPES, que es una colación muy amplia del centro izquierda hasta la izquierda radical, debería movilizar para incrementar su porcentaje”, subraya Rodrigo De Castro.
“Por cómo está configurado el sistema electoral francés en las parlamentarias, al haber formado una coalición de un espectro tan amplio se ha quedado sin un caladero de votos en el que pescar”. Por ello, a día de hoy, nada apunta a que la coalición NUPES pueda alcanzar la primera posición y, mucho menos, tener la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional que obligaría a Macron a nombrar un primer ministro dentro de esa mayoría de izquierdas. Si eso ocurriese, tampoco supondría un shock imporante para los franceses.
¿Mélenchon de primer ministro?
Francis Ghilés, experto del CIDOB (Centro de Relaciones Internacionales de Barcelona) en geopolítica internacional, descarta las teorías de que sea imposible para Macron gobernar Francia sin una mayoría absoluta. “Va a ser complicado porque le va a obligar a negociar y eso es habitual en las democracias latinas. No va a ser fácil pero es la manera de avanzar, pero sería un éxito porque le daría una papel importante al parlamento”, matiza a la vez que descarta que vaya a “haber una revolución” si no se da ese escenario.
Ghilés señala a Mélenchon como un “político ágil” pero asegura que “realidades contra las que no puede hacer nada” como la inflación o la crisis en Ucrania. Pero, ¿y si Mélenchon da la sorpresa el domingo? Rodrigo de Castro apunta otros ejemplos que dan a entender que podría entenderse como primer ministro con Macron:
“La última vez fue con Jacques Chirac con Lionel Jospin, no causaría ningún shock, incluso también ocurrió con François Mitterrand. Macron intentaría por todos los medios de disuadirle de que él fuera el primer ministro, haría todo lo posible”.
No obstante, se trata de un escenario que no auguran ni las encuestas ni los analistas que, como Ghilés, auguran una bajada en la participación el domingo: “Es probable que baje la participación en la segunda vuelta. El voto de derecha está mas asegurado en la segunda vuelta, porque son votantes mayores, mientras que la ola de calor también puede ser un factor influyente”.