¿Qué ha pasado en Chile? Una nueva Constitución y un presidente nacido de las revueltas

Gabriel Boric tendrá que consolidar una transformación del país con una nueva Constitución que está aún por redactar

¿Qué ha pasado en Chile? Una nueva Constitución y un presidente nacido de las revueltas

Sergio Muñoz González

Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Las elecciones presidenciales de Chile se celebraron en pleno proceso de redacción de la nueva Constitución y con una crisis económica y social que va creciendo con el paso del tiempo. El pasado 19 de diciembre, el candidato de izquierdas Gabriel Boric se proclamó presidente de Chile al ganar al adversario de derechas José Antonio Kast por casi doce puntos. El cargo lo asumirá el próximo 11 de marzo y se convertirá en el presidente más joven de la historia de Chile a sus 36 años.

La victoria de Gabriel Boric consolida un cambio en el país que comenzó con las revoluciones de 2019 que desencadenaron la creación de la nueva Constitución. La misión del ganador de las elecciones es la de transformar el país en base a este cambio de rumbo que reclama parte de la población, aunque lo cierto es que esta tendencia está llevando a Chile a una decadencia económica que se refleja en los rankings de los últimos años.

¿Qué ha pasado en Chile? Una nueva Constitución y un presidente nacido de las revueltas

En el año 2005, el país estaba en el puesto 19 en el Informe de Competitividad Mundial, que mide la percepción de la comunidad de los negocios en cuanto a la competitividad utilizando como factores de medición el desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia en los negocios, infraestructura y conocimiento. Sin embargo, en el año 2020 ocupó el puesto 38 y este 2021 se ha situado en el 44.

Chile era uno de los países más estables de Sudamérica, pero en los últimos años su economía comenzó a verse afectada y las revoluciones de 2019 incentivaron esta pérdida económica. ¿Qué ha ocurrido en estos dos últimos años?

De protestas por el precio del metro a una nueva Constitución

La revolución comenzó el pasado 14 de octubre de 2019 con unos estudiantes chilenos que salieron a la calle para protestar por el precio del billete de metro. Poco a poco se fueron uniendo ciudadanos a las protestas aprovechando para pedir un cambio del modelo económico liberal que estaba vigente desde hace 30 años. Las revueltas se volvieron cada vez más violentas por la respuesta de las autoridades y se prolongaron hasta marzo de 2020. Esto hizo que las fuerzas políticas aprobasen un referéndum el 25 de octubre de 2020 para decidir si se reformaba o no la Constitución. En este plebiscito se aprobó la creación de una nueva Carta Magna con un 78% de apoyo.

En la actualidad, esta nueva Constitución se está redactando por 155 personas elegidas por voto popular. El objetivo es implantar antes de julio de 2022 la nueva Ley Suprema, que tendrá una ideología izquierdista. La Constitución chilena se había reformado más de 50 veces debido a las protestas de un sector de la población de que esta mantenía la herencia del dictador Augusto Pinochet.

Finalmente, esta situación llevó a la redacción de una nueva Constitución que cambiará el modelo económico del Estado, el sistema político y el reconocimiento de los pueblos originarios. Además, la mayor parte de los miembros que la redactan son de izquierdas, por lo que se presume que el Estado obtendrá mayor poder. También tienen una presencia relevante los pueblos originarios, con hasta 17 representantes de culturas indígenas, como Elisa Loncón, del pueblo mapuche, que preside la convención. Esto hará que estos pueblos pasen a ser constitucionalmente reconocidos, aunque estos exigen que se cree un Estado plurinacional que acepte la autonomía de 10 pueblos originarios.

Pese a la superioridad de miembros de la izquierda, el consenso está siendo difícil y las conversaciones están siendo tensas. No solo cada persona defiende sus intereses sin dialogar, sino que se están dando episodios de protesta que reflejan una clara falta de seriedad de los constituyentes que tienen que redactar la Constitución, pese a la importancia del acontecimiento. En julio, dos miembros de la convención llegaron al ex congreso chileno vestidos del Pokemon Pikachu y un dinosaurio en señal de protesta y el pasado octubre, Nicolás Núñez subió al estrado con una guitarra y comenzó a tocarla argumentando que "tenía un discurso preparado, un discurso bien lindo, pero la verdad es que ya han hablado 20 personas y al final no me quedó nada, así que ya no tengo discurso".

Con esta situación llega Gabriel Boric a la presidencia de Chile. La subida del precio de los billetes de metro no pueden provocar por sí solos una nueva Constitución, sino que fue el detonante de un sector de la población que reaccionó ante la desigualdad y la brecha social del país. La crispación aumentaba cada vez más por las promesas del Gobierno de que mejorarán las condiciones de vida de la población y al final se originó esta situación.

Gabriel Boric llega al poder en esta complicada situación y la presión de millones de chilenos que han confiado en que se produzca una transformación en el país, aunque la tendencia no indica que de producirse vaya a ser positivo para el país. Pese a su contundente victoria en las urnas, el principal problema de Boric puede ser su inexperiencia.

Un ascenso político vertiginoso originado por las revueltas

El próximo presidente de Chile ha tenido un ascenso muy rápido en la política chilena. En 2011 lideró un movimiento de estudiantes que reclamaba educación de calidad y gratuita. Este tuvo un gran apoyo de la población y pasado un año fue nombrado presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile quedando por delante de la comunista Camila Vallejo. En 2013 obtuvo un escaño como diputado al conseguir la mayoría de votos en sus distritos.

¿Qué ha pasado en Chile? Una nueva Constitución y un presidente nacido de las revueltas

Su vertiginoso ascenso se produjo en la revolución social de 2019. Fue capaz de unificar el movimiento que acabó consiguiendo la formación de la Convención Constituyente para redactar la nueva Constitución. Se convirtió en el candidato al Gobierno de la izquierda tras ganar la segunda vuelta y establecerse como líder del pacto entre Frente Amplio y el Partido Comunista con un discurso moderado para captar el voto del centro y ocultando su radicalismo. Entre las medidas de su programa, se encuentran los cambios en el sistema de pensiones, el aumento de la presencia del Estado en áreas como la educación y la salud, atacar la brecha social con una reforma tributaria que aumente la presión fiscal a los más ricos o crear una política migratoria regular, ordenada y segura que respete los pactos internacionales y tenga un enfoque de derechos humanos.

Por tanto, Gabriel Boric tiene un reto crucial para el futuro de Chile. Los ciudadanos que le han llevado a la presidencia esperan que se certifique esta transformación que exigen, pero por otro lado, no está claro que la dirección que ha tomado el país sea la correcta para volver a ser el país más estable y con la mejor economía de Sudamérica.