¿Quién es Juan Fernández Trigo, posible nuevo embajador de España ante Venezuela?
Pese a los argumentos de Exteriores, la destitución del actual embajador en Caracas llega en un momento complicado a tres meses de las elecciones legislativas de diciembre
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Hace menos de una semana el Gobierno anunciaba el relevo del embajador de España en Venezuela, Jesús Silva Fernández. El Ministerio de Asuntos Exteriores argumentaba que el cambio se produce en los plazos habituales en los que suelen darse los relevos diplomáticos, unos dos o tres años. Justo Silva fue nombrado por Mariano Rajoy en marzo de 2017. La salida de Caracas del diplomático, se enmarca en el relevo de otros siete embajadores en países latinoamericanos. Es el caso de Bolivia, Cuba, Colombia, Ecuador, El Salvador, Jamaica y Trinidad y Tobago.
Sin embargo, la noticia en el caso de Venezuela ha tenido especial eco, puesto que el país se encuentra en proceso preelectoral por las elecciones legislativas convocadas para el próximo 6 de diciembre. Unos comicios en los que, como apuntan voces de la Unión Europea, no se dan las condiciones para considerarlos plenamente democráticos. Por ello, el Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad de la UE, Josep Borrell, y encargado de capitanear el intento de mediación entre Nicolás Maduro y juan Guaidó, habría dado el beneplácito recientemente a una misión en Caracas para conseguir que el régimen chavista aplace la fecha electoral a junio de 2021. El objetivo sería ganar tiempo para enviar observadores internacionales a las elecciones.
En este escenario, España aún no tiene nuevo embajador en Venezuela, pero el nombre que más fuerte suena para ello es Juan Fernández Trigo, actual embajador de nuestro país en La Habana. ¿Quién es? ¿Tiene algo que ver su nombramiento con el intento por parte de Europa de que se aplacen las elecciones en el país latinoamericano?
CUBA, HAITÍ O LAS LLAMADAS EMBAJADAS CATALANAS
Estudió derecho y en 1986 ingresó en la Carrera Diplomática, que ha estado marcada por su destino y relación con diversos países, sobre todo iberoamericanos.
Fue jefe de la embajada de nuestro país en Vietnam. Fue consejero de la Representación Permanente de España ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Cuatro años más tarde, el gobierno español le designó segundo jefe en la embajada de Cuba. Durante 4 años, entre 2007 y 2011, ejerció como embajador español en la República de Haití. Ya en 2012, la entonces alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Catherine Ashton, le designó como Jefe de Delegación del Servicio Europeo de Acción Exterior para Uruguay.
Antes de volver a Cuba, asumió la coordinación de la Consejería de Asuntos Exteriores y Transparencia de la Generalitat de Cataluña durante la aplicación del artículo 155. Administración de la que dependían el Diplocat y las llamadas delegaciones del govern en el extranjero, y que dirigía hasta el momento el político independentistas Raül Romeva.
En 2018, el ministro socialista Josep Borrell le nombró Embajador del Reino de España ante la República de Cuba. Un mes después recibió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además, ultimó el viaje de los de Estado de los Reyes a Cuba en noviembre del año pasado. En total, cumple cerca de dos años de mandato.
CAMBIO EN UN MOMENTO DELICADO
Aunque el ejecutivo español defiende que el cambio en la embajada española es fruto de una reestructuración que afecta a más países, lo cierto es que llega en un momento complicado en Venezuela. Las elecciones legislativas de diciembre están a la vista, y la Unión Europea a través de la batuta de su Alto representante, Josep Borell, quiere intentar que se aplacen.
En este sentido, el relevo en la embajada puede responder a un intento de acercar posturas, y que suene el nombre de Juan Fernández Trigo puede no ser una casualidad. “El embajador que se elige, se elige pensando en favorecer el diálogo entre ambas partes. Maduro aceptará un candidato que sea agradable a sus ojos”, explica Antonio Alonso, licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración y profesor de la Universidad CEU San Pablo. Y es que, quien deberá dar el plácet al nuevo embajador es Nicolás Maduro como responsable de las instituciones venezolanas. Es decir, será quien otorgue o no “el permiso al gobierno Español para que el nuevo diplomático pueda viajar a Venezuela” y establecerse como nuevo embajador.
Esto supone una situación “un poco irregular porque España también ha reconocido a Juan Guaidó como presidente encargado”, pero la realidad es que, quien “maneja” todos los resortes del poder, “quien controla el estado y lo gobierna es Maduro”.
Además, Alonso recuerda que Leopoldo López, opositor venezolano en línea con Guaidó, “está viviendo en la misma residencia que el actual embajador”. Con la destitución, no descarta “que cambie esta política”.
Otros países han optado por limitar su actuación diplomática en Venezuela o mantenerla sin grandes cambios precisamente para establecer una distancia con el régimen de Maduro. Un camino que no ha seguido España, que para el profesor Antonio Alonso “ha hecho lo todo lo contrario”. Una estrategia que atribuye, en buena medida, a la figura de José Luis Rodríguez Zapatero, muy implicado en la mediación en el país. “Está en la tarea de perpetuar a Maduro en el poder, más que por resolver este conflicto”, opina. En este sentido, cree que Pedro Sánchez desde que llegó a Moncloa ha girado su posición ligeramente hacia las tesis de Zapatero.
En cualquier caso, Alonso considera el cambio en la embajada un intento de acercar posturas entre España y Venezuela, y la Unión Europea y Venezuela, y que la postura de nuestro país será defender que se celebren unas elecciones. Eso sí, advierte que “en los países occidentales parece que nos conformamos con el requisito formal de unas elecciones” que tienen que ser “limpias, libres y sin ningún obstáculo”, pero que “al ir al trasfondo de la cuestión” se verá que “no tienen” nada de eso.