Senegal, el "dorado" de los niños migrantes y refugiados

Beatriz Mesa

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Entre los refugiados y migrantes de África, los menores son los más vulnerables. Niños que de un día para otro se ven envueltos en caminos despiadados buscando un remanso de paz. La guerra les acecha y Senegal es de los pocos países del Sahel y del África Occidental que ofrecen estabilidad en la actualidad, hasta este pequeño dorado de la cornisa atlántica se han desplazado miles de familias huyendo de la violencia política en Mali, Costa de Marfil o El Congo. La inmigración sur-sur.

La Iglesia Saint Joseph de Dakar, la capital senegalesa, les acoge y les atiende. Desde el pasado domingo— el día de los Reyes Magos, y la jornada mundial de la Epifanía que se recuerda a los menores— un árbol de Navidad se ha levantado en homenaje a los niños vulnerables, cristianos y musulmanes. Todos son bienvenidos sin discriminación religiosa. “Esta es la labor de la iglesia, atender a los necesitados y afortunadamente y gracias a Dios, Senegal puede ofrecer paz a muchas familias”, aseguró a la Cadena Cope el padre Rafael Diop.

En torno a este árbol, las familias siguen depositando un regalo para cuantos pequeños no han podido disfrutar de las fiestas navideñas en un clima de serenidad. Un regalo, una sonrisa, la de los miles de niños que danzan al compás de una coral africana, dando sentido al espíritu de la Iglesia.

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