Un test de coronavirus nada más bajar del avión en Bruselas

Una serie de casetas blancas prefabricadas y con las letras “COVID-19” en color rojo dan la bienvenida a todos los pasajeros que aterrizan

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José Luis Concejero

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Se ha convertido en una parte más del mobiliario de Zaventem, el aeropuerto más grande de Bruselas. Una serie de casetas blancas prefabricadas y con las letras “COVID-19” en color rojo dan la bienvenida a todos los pasajeros que aterrizan.

Desde hace una semana, todos aquellos que lleguen de lo que se considera una zona roja tienen la obligación de pasar por aquí para realizarse el correspondiente test. Es un requisito indispensable para entrar en el país y que el pasajero conoce antes incluso de coger el avión dirección Bruselas.

En esta mañana soleada en la capital comunitaria unos 10 pasajeros guardan cola para realizarse el test. “Es algo rápido”, aseguran los responsables del centro, además en menos de 24 horas enviamos los resultados a través de un correo electrónico.

En la última semana se han realizado una media de 250 test al día. No son muchos, entre otras cuestiones, porque el tráfico aéreo no tiene nada que ver en estos momentos con muchas cancelaciones y menos líneas abiertas entre los países.

Los especialistas recuerdan que esta medida es un paso en la buena dirección para tratar de frenar la propagación del virus en Bélgica. Reconocen que estas pruebas no siempre reconocen la enfermedad pero sirven para frenar posibles nuevos focos a través de viajeros que llegan de zonas rojas, como es el caso de España.

Gracias a este centro se permite también descongestionar el sistema sanitario. Muchos de los viajeros que entran en el país al tener la obligación de hacerse un test, acuden a los hospitales con la consecuente saturación que esto puede generar.

Una iniciativa que ha tenido muy buena acogida entre los pasajeros. El centro por el momento, seguirá abierto durante los próximos meses.

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