Trump, un año después de su derrota: vigilando a Biden desde su 'cuartel' de Florida con 2024 en el horizonte

El expresidente sigue siendo fuerte dentro del partido republicano, aunque todavía no hay noticias firmes sobre si se volverán a presentar

Trump, un año después de su derrota: vigilando a Biden desde su 'cuartel' de Florida con 2024 en el horizonte

Javi García

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Se cumplen doce meses de la cita que los estadounidenses tuvieron con las urnas para elegir al presidente de los Estados Unidos hasta el año 2024. Aquel 3 de noviembre, la jornada electoral dejó más dudas que certezas, ya que no fue hasta el día 7 cuando se conoció que Joe Biden ganó las elecciones, después de que el estado de Pensilvania cayese del lado demócrata.

Aquella victoria de Biden estuvo marcada por las acusaciones de Donald Trump respecto a que habían sido ilegales, alegando a ciertos problemas en asuntos como el voto de correo marcaron el discurso de Trump los días posteriores, en los que amenazó en varias ocasiones con impugnar las elecciones, llevando a Estados Unidos a un marco de inestabilidad económica en pleno inicio de la recuperación, económica y social, tras la pandemia.

En este sentido, los meses posteriores estuvieron marcados por esas amenazas de todo el presidente republicano, hasta que el día 6 de enero se produjo uno de los acontecimientos más graves de la historia reciente de Estados Unidos: varios centenares de seguidores de Donald Trump tomaron el Capitolio en Washington, dejando para la posteridad escenas nunca vividas antes en la Cámara norteamericana. A partir de aquel momento, la dureza del discurso de Trump fue reduciéndose con el paso de los días, hasta el momento en el que tuvo que abandonar la Casa Blanca en la jornada previa a la investidura de Biden, el día 20 de noviembre, acto al que no asistió.

En las trincheras de Palmar Beach

Desde ese momento, Trump se encuentra en su cuartel general de Florida, muy atento a todos los pasos que da la administración Biden y con la incógnita encima de la mesa respecto a si presentará en 2024. Su día a día se basa en jugar al golf, atender a sus negocios y dejar ciertas pinceladas en el partido republicano para dejar claro quién sigue mandando: "Trump está recluido en su mansión de Florida viéndolas pasar. Al igual que Biden hizo su campaña en Delaware viendo las meteduras de pata de Trump, pues ahora es al revés. Veremos a ver qué pasa con su candidatura", explica a COPE.es el corresponsal de COPE en Washington, Juan Fierro.

En cuanto a su vida privada, la relación entre Trump y su esposa fue noticia antes, durante y después de su mandato. En estos últimos meses, poco se ha sabido de la pareja, que en varias ocasiones mostraron síntomas de distanciamiento. Pero la pareja permanece unida en la trinchera de Palmar Beach, aunque en las últimas jornadas hemos podido presenciar otro de esos momentos entre ambos. Durante un partido de Béisbol, la pareja reaparecía públicamente y Trump fue ovacionado. Durante la ovación, rápidamente el gesto de Melania paso de la alegría a la amargura. El gesto se hizo viral y constató que las cosas entre ambos siguen igual que en la Casa Blanca.

En este sentido, Fierro explica que el panorama electoral al que se enfrenta Estados Unidos en los próximos meses es fundamental para que el expresidente republicano pueda medir sus fuerzas. "Vamos a tener varios test de aquí al mes de noviembre del año que viene, cuando haya elecciones legislativas".

El expresidente republicano era un gran asiduo al uso de las redes sociales, donde público muchos comentarios polémicos durante su mandato. En cuanto a su política mediática, Trump ha decidido apoyarse solo en medios afines a la vez que lleva adelante el proyecto de su red social. "También tenemos que ver el efecto que tiene esa red social que dice que va a sacar en el mes de febrero de 2022, porque ahora mismo Trump ha desaparecido de la mayoría de los medios de comunicación, ha desaparecido de todos aquellos que no son 'trumpistas', y también ha caído en redes sociales, las búsquedas se han desplomado un 95%", explica Fierro.

El futuro de Trump: ¿con la vista puesta en 2024?

Trump está haciendo campaña, aunque no se le vea porque está prohibida en las redes sociales, y no le permiten abrir ninguna cuenta. Él está haciendo mítines que son multitudinarios y sobre todo tiene un control importante sobre el partido republicano. Está haciendo la campaña a favor de los candidatos que le fueron fieles y en contra de los que votaron contra él en el último impeachment y de momento todos en Washington coinciden en que se va a presentar, aunque eso no asegura que vaya a ganar, porque las dos veces que Trump se presentó perdió el voto popular en la primera y en la segunda el colegio electoral.

Las apuestas están abiertas y depende de a quién escuches obtienes una versión u otra: unos dicen que se va a presentar y otros que no. Dentro del Partido Republicano que si se presenta no va a pasar las primarias, pero para eso queda mucho, aunque 2022 nos va a dar una referencia que puede ser muy significativa. "Es curioso el caso de Trump, porque, aunque ha perdido, sigue teniendo el respeto y el apoyo de la mayoría de su partido, sobre todo de las bases que es muy importante", explicaba a COPE.es el corresponsal de ABC en Washington, David Alandete.

La carrera de Trump para volver a ser candidato en las elecciones de 2024 no será un camino fácil, aunque pocos debaten su fortaleza dentro de las filas republicanos, el empresario debería volver a enfrentarse al camino que tuvo que seguir en el año 2016, superando los procesos de primarias y por último la Convención Nacional del partido, donde los delegados y los superdelegados juegan un papel fundamental.

Las polémicas que rodean al republicano

Tiene cosas pendientes, sobre todo judiciales. Hay juicios pendientes sobre evasión de impuestos, fraude fiscal y otras en las que está siendo investigado. De momento lo único que abrieron fue la imputación de empleados en su compañía, pero nada ha tocado directamente al presidente. Lo que sí ha pagado es un alto precio en política. Sus negocios se han resentido. El hotel que cogió aquí en Washington, antes de ser presidente, con un alquiler en un edificio histórico está a punto de venderse y su empresa está pasando por un mal momento de ingresos por las polémicas que le han rodeado en la Presidencia.