Una Cuba de, al menos, dos velocidades

Los contrastes de La Habana

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En la Cuba que estos días visitan Felipe VI y la Reina Letizia -en el primer viaje de estado de un Rey de España a la isla- hay precios para turistas dispuestos a tirar la casa por la ventana en sus vacaciones y precios para cubanos que subsisten con esqueléticos sueldos estatales. Para los primeros todo es colorido, música, diversión y belleza. Para la población local lo primero es la creatividad en una lucha continua por la supervivencia. Es un país de al menos dos velocidades. 

 Paseando por las calles de La Habana, uno descubre a un país de dos velocidades. Foto Carmen Labayen

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 El ministro de Exteriores, en funciones, acompaña a los Reyes en su viaje a Cuba. Foto Carmen Labayen

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 Los Reyes durante su paseo por las calles de La Habana. Foto Carmen Labayen

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 Felipe VI en guayavera paseando por la Vieja Habana. Foto Carmen Labayen

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Roberto lo encontramos junto a la Plaza de la Catedral de la Habana. Como tantos aquí en La Habana vive del turismo, pero a pequeña escala. Es artista callejero y se ha inventado un espectáculo con sus dos perros que ladran si se les pregunta por Trump o incluso por Cataluña.

"Pregúntale a Ron (así se llama su perro) por Cataluña. Quiere una Cataluña unida al resto de España" nos cuenta Roberto.  Como la mayoría de los cubanos este descendiente de españoles sabe que Felipe VI está en La Habana y que en cuestión de minutos puede verlo pasar por su calle junto a la Reina.

"Espero lo mejor de la visita y que se refuercen las relaciones entre España y Cuba porque juntos somos más fuertes" explica a COPE mientras deja que varios turistas se fotografíen con sus mascotas sin darle por ello un solo CUC, la moneda local para los extranjeros.

En diciembre Estados Unidos limitará los vuelos a Cuba. Una vuelta de tuerca más al refuerzo del embargo que protagoniza la Administración Trump. Unas medidas que pesan como una losa sobre la precaria economía cubana que atraviesa una crisis incluso peor que la de los años 90 tras el desplome del bloque soviético. 

"Eso es lo que quieren los enemigos que nos separemos, pero juntos Cuba y España podemos. No Podemos, el partido (político español), sino que juntos podemos hacer muchas cosas" subraya Roberto que vive de las propinas de los visitantes. 

Junto a él encontramos a Fulgencio sonriente a sus casi 90 años al frente de un trío musical formado por su nieto y su cuñado. Son músicos callejeros con puesto fijo en la Vieja Habana por el que pagan al Estado. El resto de lo que ganan es su sueldo y así lleva este descendiente de españoles tocando y cantando desde hace ya 69 años. 

Desde que tiene 14 años nos cuenta le llaman el "jilguero pinareño" y no hace falta mucho para que se ponga a cantar. A COPE nos dedica un tema del cantante cubano Antonio Machín que nos recuerda murió en Madrid. Y demuestra con "Camarera de mi amor" que en Cuba la música está en todas partes y a todas horas. 

A diario en las plazas centrales se suceden saltimbanquis, zanqueros, cartománticas, estatuas humanas, vendedores de frutas y de flores, pregoneros, malabaristas, titiriteros, mimos y bailarines para deleite de los turistas. Detrás del ruido y del colorido la realidad es otra bastante más oscura. Y es que una parte de la población, al menos el 40 por ciento según calculan desde Cáritas Cuba, tiene serias dificultades para acceder a los bienes más básicos.

Según cuenta a COPE Maritza Sánchez, que lleva casi dos décadas al frente de esta institución de la Iglesia "no hay de nada y falta de todo". Lo que asegura no puede faltar nunca es la esperanza y en sembrarla trabajan los 5.000 voluntarios de Cáritas que atienden a 30.000 personas en la isla. A punto de jubilarse y en medio de una gran incertidumbre, más que nunca en este país, asegura, sueña con menos igualitarismo y más igualdad de oportunidades, una Cuba subraya "donde verdaderamente haya oportunidades".

Una imagen captada por la enviada especial de COPE al viaje de los Reyes a Cuba

Una imagen captada por la enviada especial de COPE al viaje de los Reyes a Cuba

Los principales problemas son el acceso a los alimentos porque como explica Maritza "los mercados están desabastecidos". Otro reto acuciante es el acceso a la gasolina. Hay restricciones y la situación ha empeorado desde septiembre. Por si fuera poco, está el problema de las viviendas. Las proporciona el Estado, pero toca mantenerlas, la mano de obra es cara en relación con los ínfimos sueldos y pensiones y lograr los materiales es también misión casi imposible. 

La Habana, una ciudad de grandes contrastes

La Habana, una ciudad de grandes contrastes. Foto Carmen Labayen

No hay más que pasear por las calles de la Habana Vieja como han hecho los Reyes o por el Malecón para ver edificios destartalados o directamente a punto del derrumbe, charcos y socavones. Todo un contraste con la cúpula dorada del Capitolio recién restaurada para las celebraciones de los 500 años de la fundación de la ciudad como otros muchos inmuebles habaneros. Un esfuerzo mayúsculo de restauración, pero insuficiente para una decadencia que va a más mientras la música sigue sonando y que no falte en esta Cuba de, al menos, dos velocidades. 

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