Una delegación norcoreana viaja a Corea del Sur para preparar las actuaciones en los JJ.OO. de invierno

Los países vecinos aún deben decidir otros detalles delicados de la participación norcoreana, como quién costeará los viajes y el alojamiento de la delegación

La delegación norcoreana tratará de atar los últimos cabos del evento entre las dos Coreas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Una delegación de artistas norcoreanos ha iniciado una visita de dos días a Corea del Sur para preparar las actuaciones que realizarán durante los Juegos Olímpicos de PyeongChang, después de que Pyongyang pospusiera esta visita en la víspera sin explicar los motivos. La delegación de siete miembros está encabezada por Hyon Song-wol, líder del grupo Moranbong -la banda norcoreana más popular y promovida por el líder del país Kim Jong-un- y de la orquesta Samjiyon, una agrupación creada especialmente para los Juegos invernales que comenzarán el 9 de febrero.

Las dos Coreas dieron un paso más en sus acercamientos con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang, durante una reunión en la que el Norte propuso su delegación para el evento viaje al Sur por la frontera terrestre. Norte y Sur celebraron un nuevo encuentro de alto nivel en la frontera que separa a ambos países, en el marco de la histórica ronda de contactos iniciada la semana pasada y que supone un respiro tras el pico de tensión que se alcanzó el año pasado en la península coreana a raíz de los constantes tests armamentísticos de Pyongyang. En la reunión, el Norte propuso la asistencia de unas 230 animadoras norcoreanas a los Juegos de Invierno que comenzarán el 9 de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang, dentro de una delegación más amplia con atletas y artistas, y sugirió que la comitiva viaje al Sur a través de la demarcación terrestre.

Esta iniciativa supondría un gesto de gran valor simbólico y, aunque conlleva complicaciones de seguridad al tratarse de una zona altamente militarizada entre dos países que se encuentran técnicamente en guerra, se considera la forma más viable para que la delegación norcoreana acuda a la cita olímpica. Los países vecinos aún deben decidir otros detalles delicados de la participación norcoreana, como quién costeará los viajes y el alojamiento de la delegación, o si Pyongyang aceptará o no la propuesta de Seúl de desfilar unidas en la clausura e inauguración del evento, como se ha hecho en otras citas olímpicas.

Las duras sanciones internacionales que pesan sobre el régimen de Kim Jong-un por sus insistentes pruebas nucleares y de misiles restringen el transporte desde Corea del Norte por todas las vías, e impiden que el país asiático reciba cualquier forma de financiación.