Uniformes del género neutro, para niños y niñas
Gales implanta por decreto el uniforme escolar sin sexo: ellas deciden si llevan pantalón y ellos pueden escoger falda
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La nueva normativa entra en vigor el 1 de septiembre. Hasta ahora, solo existía un catálogo de recomendaciones, elaborado en 2011, pero los directores de colegios no estaban obligados a cumplirlas. Esta vez va en serio. Las escuelas públicas galesas, por mandato legal, tienen que reinventarse el dress code: asequibles, accesibles y neutros.
Los uniformes ya no podrán ser catalogados según los parámetros chico-chica. Cada prenda será descrita de forma “neutral”. Por ejemplo, está prohibido etiquetar los pantalones como boy's item o las faldas como girl's item.
También se busca abaratar los costes, con medidas como:
- Definir los colores y los básicos, pero no los diseños. Es decir, que se puedan comprar en puntos de venta distintos, no necesariamente unificados.
- Revisar la presencia de los logotipos, que podrían exhibirse en uno solo de los elementos del uniforme, o incluso proporcionarse gratis para coser o pegar sobre la ropa ya existente.
- Reflexionar sobre la necesidad de uniformes diferentes para el verano y el invierno.
Todo empezó a inicios del curso pasado, cuando varios colectivos de padres pidieron que la cuestión del uniforme fuera más flexible. En realidad, lo hicieron para pedir un protocolo menos rígido después de la ola de calor que convirtió las prendas habituales en un atuendo asfixiante. Pero poco a poco se fue ampliando el concepto y la reforma de la normativa para introducir también un nuevo lenguaje y aplicar la ideología de género a la ropa escolar.
Así lo ha explicado la ministra de Educación, Kirsty Williams: “Esta guía asigna a las escuelas la responsabilidad legal de garantizar que su uniforme escolar y sus códigos de vestimenta sean asequibles, accesibles y de fácil disponibilidad. Esta guía ayudará a reducir la carga económica de las familias, para que nuestros hijos puedan concentrarse en desarrollar su potencial y disfrutar de una vida académica y social saludable”.
Y añade: “No deberíamos imponer ideas anticuadas sobre qué ropa es adecuada para su género, especialmente si eso les hace usar algo con lo que no se sienten cómodos. Esta nueva guía deja claro que las políticas del uniforme escolar no deben imponer prendas de vestir basadas en el género”
Las nuevas normas se aplicarán también al chándal y demás indumentaria deportiva. Según los oficiales, el uniforme básico del colegio en Gales asciende a 340 libras esterlinas de media (unos 380 euros) por cada alumno de la escuela secundaria.
El Gobierno de Gales tiene un sistema de becas por el que remunera hasta 125 libras por colegial.