Un vídeo sexual acaba con las ambiciones del candidato de Macron para Paris
Emmanuel Macron se ha visto privado del hombre con el que pretendía ganar París.
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Benjamin Griveaux, antiguo portavoz del gobierno, y candidato de La República en Marcha para las elecciones municipales en París del 15 y 22 de marzo ha anunciado que tira la toalla.
Ha sido él mismo quien ha anunciado su retirada y ha explicado en una declaración grabada que "una página web y las redes sociales han difundido ataques abyectos que implican mi vida privada. Mi familia no merece esto. Nadie debería soportar semejante violencia".
No hacía ni 24 horas que Griveaux había presentado su programa para París, cuando comenzaron a difundirse en las redes sociales mensajes y vídeos de carácter sexual personales.
El conjunto de la clase política ha reaccionado de forma unánime contra este ataque "odioso", "abominable" e "ignominioso".
Un artista ruso refugiado en Francia, Piotr Pavlenski, afirma que es el autor de la difusión del vídeo. Dice que se lo envió una persona que tuvo una relación consentida con Griveaux y asegura al diario Libération que lo ha difundido porque quería "denunciar la hipocresía" del candidato de LREM a la alcaldía de París.
El vídeo es la gota que colma el vaso del calvario que ha vivido Griveaux desde que fue designado para arrebatar la alcaldía de París a Anne Hidalgo. Ha tenido que enfrentarse a la disidencia de Cédric Villani que también quería ser investido por LREM y que ha decidido presentar su propia candidatura. Poco después el semanario Le Point publicó los comentarios que Griveaux había realizado sobre sus antiguos rivales en la investidura a los que trataba de "estúpidos" o "hijos de puta".
De poco le servía su cercanía a Emmanuel Macron, al que acompaña desde que éste comenzó perfilar sus ambiciones por la presidencia de la República. En realidad, Benjamin Griveaux era un hombre de Dominique Strauss-Khan, al que todos anunciaban como futuro presidente de Francia hasta que fue acusado de agresión sexual contra la empleada de un hotel en New York.
Cuando las posibilidades de DSK de llegar al Elíseo se desvanecieron, Griveaux no tardó en apostar por Macron.
Finalmente, también él ha tenido que tirar la toalla no sin antes denunciar que "desde hace más de un año, mi familia y yo sufrimos difamaciones, mentiras, rumores, ataques anónimos, revelación de conversaciones privadas robadas y amenazas de muerte".
El abogado de Benajamin Griveaux, Richard Malka ha anunciado que va a "perseguir todas las publicaciones que violen la vida privada" de su cliente, un delito que está penado con hasta dos años de prisión y 60.000 euros de multa.