Los cinco errores y aciertos del primer año de mandato de Trump

En  un  solo  argumento  coinciden  los  defensores y  de los  detractores  del  actual  presidente  de  los Estados Unidos: la presidencia de Donald Trump, no  es  una  presidencia  ordinaria, no  deja a indiferente  a  nadie y  además, los  hechos lo  han  demostrado, es  totalmente  imprevisible.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Hace  un  año,  nada  más  escuchar  su discurso  de  inauguración,  la  comentarista  política Molly Ball escribía que Trump “entraba  en  la Casa Blanca dispuesto  más que  nunca a  dividir y  conquistar, a castigar  a  sus  enemigos, a  hacer  las  cosas a su  manera y a apartar a los  responsables  del  antiguo  orden”.

Desde Washington  -esa ciénaga  corrupta de  la que  tanto  hablan  los  seguidores  del presidente- muchos  analistas  se  esfuerzan  estos  días en diseccionar  el  primer  año  de Trump y  encontrar  lo  mejor y  lo  peor  de los  primeros 365  días  de Trump  en  la  Casa Blanca.

 Las cinco  peores acciones  de Trump en  su  primer  año  en  la Casa Blanca:

Su  racismo. Trump es un  presidente  racista. Fue  incapaz  de  condenar  a  la ultraderecha,  a  los  supremacistas  blancos,  tras  la muerte  de  una  mujer  en  una  manifestación  en Charlottesville  el  pasado  mes  de  agosto.

- La  expresión  de  su racismo  continua  cuando  en  una  reunión  sobre  inmigración definía a Haití y  a los  países  de África  como  “países  de  mierda”.

- Durante  todo un  año  ha  sido  incapaz  de  darle  la  razón  a  sus  servicios  de inteligencia –a los  que  en una  ocasión  comparo  con  los servicios  de inteligencia  del nacismo – sobre  los  intentos  de  Rusia  de  interferir  en  las  elecciones  presidenciales.

-  Su enfrentamiento  con  el FBI  terminó con  el  cese  de  su  director, James B. Comey. En  una  comparecencia  en  el Congreso, Comey  no  tenia  ninguna  duda  al  afirmar  que  había  sido  cesado por  la  investigación  sobre Rusia.

Sus nocivos tweets minan su  presidenciaTrump parece no entender la importancia  de  su  cargo enredándose  en  polémicas  sin  fin,   imponiendo su  figura a la  grandeza de su puesto.

Los defensores  del  presidente pueden  coincidir  en  que  estos podrían  ser los cinco  aciertos más  importantes de su  primer  año:

- Consiguió  que  el  Congreso  aprobara  su  reforma  fiscal,  el  cambio  legislativo  en  esta  materia  más  importante  de  los  últimos 30  anos. Una reforma  que  favorece  fundamentalmente  a  las  empresas  que  han  visto  como   su  impuesto  de  sociedades   ha  sido  reducido  del 35 al 21  por  ciento. Una reforma  que  afecta  también  a  las  clases  menos  favorecidas  pero  cuyos  recortes fiscales tienen  plazo y  finalizaran  en 2027.

- La designación, ratificada  por  el Senado,  de Neil Gorsuch  como  juez  del Tribunal Supremo  de  los Estados Unidos. Un  juez  conservador  al  que han  seguido  el  nombramiento  de  más  jueces  conservadores en el  sistema  de  justicia estadounidense.

Reconocer  a  Jerusalén  como  la  capital  de Israel. Una  promesa  lanzada durante  la campaña  electoral y finalmente cumplida. Varios presidentes antes  de Trump  hicieron  esa  misma  promesa  pero  ninguno  la cumplió. Pese  al  rechazo  internacional, Trump  ha  sabido  rentabilizar  su  decisión.

-Su  política comercial  ha  sido  más  aplaudida dentro  que  fuera.  Nada  más llegar  a  la  Casa Blanca ordenaba  la  salida  de Estados Unidos  del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, después  vino  la  salida del   Acuerdo  de Paris  sobre  cambio  climático  y  puso  la  guinda  al  permitir  las  prospecciones petrolíferas  en   las  regiones árticas, en Alaska.

-Trump  corrigió  la estrategia  de Obama  en Afganistán.  Ha  aumentado  el  número  de  tropas y  de  recursos  en  ese  país  tras  dar  por terminado  al Estado Islámico  en Irak y en Siria.

Temas relacionados