Ucrania, 1.000 días de guerra: "Rusia tortura a civiles y prisioneros de forma sistemática"

Las autoridades rusas “han utilizado la tortura de forma sistemática, de forma extendida y de acuerdo a una política deliberada” contra ciudadanos ucranianos, ha asegurado a COPE Pablo de Greiff, uno de los expertos que forma parte de la Comisión Internacional Independiente de la ONU para Ucrania. Dice que es “un aparato de tortura sistemático” y que se emplea “tanto contra prisioneros de guerra como contra civiles” desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022.

De Greiff explica que “tanto los métodos como los lugares y los agentes responsables de la tortura han cambiado a lo largo del tiempo. Al principio de la invasión -por ejemplo- la tortura ocurría en sitios improvisados, en sótanos, en comisarías de policía, en lugares cercanos a retenes y en domicilios privados”, pero meses después comenzó a usarse en “centros de detención bien establecidos, es decir, instituciones de detención, tanto en la Federación Rusa como en territorios ocupados por la Federación Rusa en Ucrania. 

En estos lugares hay patrones habituales, que comienzan desde la llamada ceremonia de admisión, cuando los prisioneros de guerra o civiles llegan al establecimiento y son automáticamente sometidos a golpizas, al uso de aparatos eléctricos -los llamados tasers- en corredores rodeados de personal del servicio de prisiones de la Federación Rusa y de las unidades de operaciones especiales del servicio de prisiones de la Federación Rusa”. En estos centros de detención “se somete a los detenidos a esta mal llamada ceremonia de admisión con el objeto de intimidarlos desde el primer momento. Las peores formas de tortura ocurren en los interrogatorios y esto incluye golpizas, electrocuciones en los genitales, métodos de tortura sexualizados, ejecuciones simuladas… la lista es inmensa”. 

Estos centros de reclusión se encuentran en ocho provincias ocupadas temporalmente por el ejército de Rusia en Ucrania -además de la llamada república autónoma de Crimea- y también en ocho áreas de la Federación Rusa, más la república rusa de Mordovia.

Este experto de la Comisión Internacional Independiente de Naciones Unidas para Ucrania señala que "todas las operaciones habituales están bajo el mando del servicio de prisiones de la Federación Rusa". Los interrogatorios están dirigidos por los servicios de seguridad de la Federación Rusa, la FSB.

Los responsables de ejercer el tratamiento violento y que constituye tortura son principalmente tanto miembros del servicio de prisiones de la Federación Rusa como los miembros de los cuerpos de operaciones especiales del servicios de prisiones, los llamados spetsnaz. Esos cuerpos de operaciones especiales -según los testimonios que hemos recibido- son los responsables de los peores tipos de tortura dentro de los centros de detención”.

“La comisión concluye que la Federación Rusa ha utilizado la tortura como un crimen de lesa humanidad, tanto en centros de detención en regiones que han estado bajo poder de la Federación Rusa en Ucrania como en centros de detención dentro de la Federación Rusa”, afirma De Greiff. Añade que “para reafirmar la fiabilidad de nuestros reportes no reportamos ningún testimonio que no pueda ser al menos doblemente verificado por una fuente independiente”.