Alemania plantea un rescate a Turquía

Merkel

Rosalía Sánchez

Publicado el - Actualizado

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La vuelta al cole de los grupos parlamentarios alemanes está hoy marcada por el planteamiento de ayudas financieras a Turquía que ayuden a afrontar la crisis. A la espera de que vuelvan a abrir hoy los mercados financieros, el país parece haberse convertido irremediablemente en la víctima de la reiterativa “crisis de agosto”, alimenta por la inestabilidad política y el alejamiento progresivo entre dos aliados en una de las zonas más complejas del globo, Oriente Medio. Turquía mira cada vez más hacia Rusia y la política exterior de Estados Unidos es hoy mucho menos contemporizadora que en la etapa Obama.  La guerra comercial ha acentuado los desequilibrios de la economía turca, recalentada por un crecimiento excesivo y con una inflación en el 15%. Erdogan, que en las últimas elecciones ha reforzado su poder, se niega a subir los tipos y la lira turca se deteriora en el mercado (más de un 40% en lo que va de año). Las dos grandes agencias de calificación, Standard & Poor’s y Moody’s, han rebajado la calificación de la deuda turca (a largo plazo en moneda extranjera de BB- a B+, y la de a largo plazo en moneda local de BB-a BB.) y se multiplica el temor a un contagio a otras economías emergentes. Es en este contexto en el que en Alemania han comenzado a escucharse este fin de semana voces a favor del apoyo financiero a Turquía.

La líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles, ha pedido al Gobierno de coalición integrado por su propia formación política junto a los conservadores de Angela Merkel que considere la posibilidad de ofrecer ayuda económica. “Puede llegar a darse la situación en la que Alemania deba ayudar a Turquía, independientemente de las tensiones políticas con el presidente Erdogan”, ha dicho, recordando que “Turquía es miembro de la OTAN y no podemos ignorarla. A todos nos interesa que Turquía siga siendo económicamente estable y que se solucionen las turbulencias monetarias que le afectan”. Otro destacado líder del SPD, Sigmar Gabriel, ha señalado por su parte el peligro que supone para Europa una Turquía asilada y debilitada. “Por nuestro propio interés, debemos hacer todo lo posible por mantener a Turquía del lado de Occidente”, ha justificado, deslizando incluso la posibilidad de un aumento de los refugiados y de un peligro nuclear. “EE.UU. está haciendo algo que desde el punto de vita de los socios de la OTAn no puede hacer, intentan empujar al precipicio a un país que ya está económicamente afectado y quienes pagarán el precio si Turquía cae son Alemania y Europa”, ha apuntado. Medios alemanes han publicado además que el ministro de Finanzas, el también socialdemócrata Olaf Scholz, habría conminado en las últimas horas al Gobierno turco a aceptar un programa de ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) que tendría como objetivo restaurar la estabilidad económica en el país del Bósforo.

Consultadas a este respecto, fuentes de la Cancillería desestimaban ayer que el gobierno alemán tenga la voluntad de establecer esa ayuda financiera a Turquía, pero a la entrada de la reunión de la directiva de la CDU, el partido de Angela Merkel, que se reúne hoy por primera vez después del descanso veraniego, se están escuchando opiniones bastante más propicias, como la de la ministra de Agricultura y Consumo Julia Glockner. “No se trata de soltar dinero así como así a costa del contribuyente alemán, pero sí debemos estudiar cuidadosamente cómo puede Alemania ayudar a Turquía en esta situación, establecer bajo qué condiciones puede tener lugar esa ayuda y en lo posible aportar elementos de estabilidad con un país con el que tenemos una estrecha relación”, ha dicho Glockner a primera hora. El asunto ha sido incluido en el orden del día del consejo de ministros que se reúne esta mañana y numerosos colectivos turcos están haciendo llamadas a través de los medios de comunicación a una intervención alemana e incluso europea.

En coincidencia con este debate y como gesto de buena voluntad que ablande una relación que se ha tensado hasta el extremo en los últimos meses entre los gobiernos de Berlín y Ankara, una corte turca ha levantado la prohibición de salir del país a la periodista alemana Mesale Tolu, arrestada el año pasada por haber sido acusada de propaganda y pertenencia a una banda terrorista. Tolu, de 33 años, figuraba desde abril de 2017 en todas las listas de peticiones del gobierno alemán a Turquía, cuyas autoridades confirman que a pesar de su liberación el juicio continua, pero las imágenes de su salida del centro de detención abren hoy los informativos de televisión en Alemania y ayudan a un giro de la opinión pública a favor del rescate a Turquía.

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