La OTAN, en una encrucijada tras un año de guerra en Ucrania: “Tendrá que entregar cazas a Kiev o intervenir”

La entrega de carros de combates y cazas de los países de la OTAN es esencial para que Ucrania resista una nueva ofensiva del ejército ruso y pueda tener opciones de conseguir la victoria en la guerra, a juicio de Mikola Bielieskov, analista del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos ucraniano. Ha asegurado a COPE que la entrada en acción de los carros de combate Leopard en el frente “sería a finales de abril o principios de mayo como muy pronto porque el proceso de agruparlos y transferirlos va a tardar bastante".

Sobre las capacidades suministradas por estos carros de combate, éste es el tipo de armamento asociado esencialmente con acciones ofensivas. Con seguridad sólo con los carros de combate no es suficiente, pero sin ellos sería difícil penetrar en las líneas de defensa (rusas)”.

Sobre la posibilidad de que Estados Unidos y sus aliados suministren en el futuro cazas F16 -o aviones similares- a la fuerza aérea ucraniana, Bielieskov señala que “en general, si echamos un vistazo al año que ha pasado, vemos que progresivamente el umbral de lo que es aceptable en términos de suministro ha evolucionado. Empezó con armamento ligero, después avanzamos hacia sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, después llegamos al punto de diferentes blindados. La evolución es bastante buena. Al mismo tiempo éste es el punto de contención ahora mismo”. Advierte de que “o en el futuro próximo deciden suministrar a Ucrania ciertas capacidades para garantizar el control del espacio aéreo ucraniano, para que los ucranianos lo hagan por sí mismos, o los países de la OTAN necesitarán intervenir directamente”.

TERCERA FASE DEL CONFLICTO

Sobre la evolución del conflicto, el analista del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos ucraniano explica que “desde el punto de vista de las tácticas de nuestro enemigo, estaríamos en la tercera fase. En la primera fase intentaron abrumarnos con su armamento. Primero con los carros blindados, después con la artillería. Y ahora lo intentan con sus recursos humanos y lo que les queda de carros blindados”. Añade que “en cuanto a la geografía del combate y los objetivos prioritarios de nuestro enemigo, en la primera fase Rusia intentó conquistar la mayor parte de Ucrania para someternos en general. Luego intentaron controlar las regiones de Donetsk y Lugansk utilizando su superioridad en artillería, pero fracasaron. Después hubo contraataques ucranianos en Járkov y en Jersón; esa fue la tercera fase. Y a partir de ese momento Rusia ha intentado estabilizar la línea del frente, la cuarta fase. Ahora estamos en el principio de la campaña de 2023 en Donetsk, y anticipando una ofensiva rusa y preparándonos para nuestra propia contraofensiva. En numerosas ocasiones el liderazgo político ruso ha declarado que su principal objetivo es tomar la región de Donetsk, esa es su prioridad”.

FUTURO DEL CONFLICTO

En cuanto al desarrollo futuro de la guerra, Mykola Bielieskov cuenta que “hay diferentes evaluaciones en Ucrania, algunas más optimistas y otras más pesimistas. Según el escenario más optimista -para la campaña de 2023-, resistiremos la nueva ofensiva rusa, seremos capaz de abrir camino para nuestra propia contraofensiva -usando el armamento prometido por Occidente- y recuperar algunos de los territorios que perdimos. Pero dudo que podamos liberar todos los territorios ocupados por Rusia. La geografía no está a nuestro favor”.

El escenario pesimista “es que como consecuencia de esta campaña la configuración de la línea del frente no cambiará mucho, ni a favor de Ucrania ni a favor de Rusia. Pero este escenario sería más favorable para Rusia. Si la configuración del frente no cambia a favor de Ucrania significa que Rusia puede propagar esta narrativa de que los ucranianos no son capaces de liberar territorio y puede socavar el apoyo occidental. Espero que el primer escenario sea el que se haga realidad”.

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