Bayer, condenada a pagar 80 millones de euros por causar cáncer con un herbicida

El juicio que está desplomando en las bolsas a la empresa química alemana Bayer comenzó con la demanda interpuesta por  Edwin Hardeman, un hombre que hoy tiene 70 años y que entre que entre 1980 y 2012 utilizó de forma regular en su jardín de California el herbicida que contiene glifosato y que se comercializa en EE.UU. bajo la marca Roundup, de Monsanto, empresa propiedad de Bayer. Una vez concluido por el jurado, en la corte federal de San Francisco, que Roundup fue un “factor sustancial” en el desarrollo cáncer de Hardeman, Monsanto ha sido condenada a pagarle una indemnización de 80 millones de dólares. Teniendo en cuenta que, solo en este país, la empresa tiene más de 11.200 juicios pendientes por el mismo producto y que millones de enfermos de cáncer en todo el mundo podrán reclamar ahora igualmente compensaciones, es comprensible que las acciones de Bayer se estén hundiendo en los mercados.

En la sentencia, la indemnización aparece desglosada en 5,3 millones de dólares en compensaciones y el resto, 75 millones, en daños punitivos. El veredicto sigue una decisión similar tomada por un jurado de la corte estatal el verano pasado y sienta ya una jurisprudencia muy firme. "No puede seguir yendo a juicio caso tras caso tras caso y seguir perdiendo y decir que no está dispuesta a negociar”, ha declarado Thomas G. Rohback, abogado litigante en Axinn, en Nueva York, dando a entender que si Bayer continúa perdiendo juicios, "tiene que contemplar la posibilidad de llegar a un acuerdo colectivo".

La sentencia llega en un momento crítico para la química alemana. Junto con su socio estadounidense Janssen Pharmaceuticals, tiene pendientes de pago otros 775 millones de dólares a demandantes en EE.UU. contra otro de sus productos, el anticoagulante Xarelto, utilizado para tratar la enfermedad arterial coronaria o periférica. Este acuerdo resuelve las 25.000 demandas contra Xarelto en EE.UU. por haber causado daños a la salud como consecuencia de hemorragias y la imagen de la empresa queda seriamente comprometida a nivel internacional.