Bruselas alerta de la avalancha de productos peligrosos que se venden por internet
Juguetes, cosméticos y diseños infantiles son las categorías más afectadas en España y COPE ha podido comprobar algunos ejemplos in situ
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El fenómeno se disparó con la pandemia, pero pasado el virus y levantadas las restricciones, se mantiene: por mucho que las autoridades europeas y los reguladores nacionales se esfuercen por vigilar la seguridad de los objetos que se venden en la calle, los controles se burlan en forma de sobre marrón o de caja procedente de países remotos. El comisario europeo de Justicia y Consumo, Didier Reynders, reconoce que están trabajando a contrarreloj en una nueva legislación para la era digital.
Y en la presentación del informe correspondiente a 2022, ha explicado a COPE, juegan un papel fundamental las grandes plataformas, “que viven de su reputación” y necesitan cuidar la confianza del consumidor. Reynders explica que es fundamental la cooperación con los terceros países porque “el 50% de los productos no seguros que encontramos en Europa proceden de China. Solo el 22% vienen de la UE”. Efectivamente, la reforma del Reglamento de Seguridad de Productos Generales está siendo impulsada por el ejecutivo comunitario desde 2021 y ahora entra en su última fase.
Este año, por primera vez, el balance se ha presentado en un laboratorio de Bruselas donde se realizan estas pruebas de seguridad, y COPE ha podido ver de cerca los muñecos, uñas postizas, ropa infantil o enchufes que han entrado en la lista negra, clasificado por categorías y países. Lo tranquilizador, insisten desde la Comisión Europea, es que en el 98% de los casos se tarda apenas 2 días laborables en quitar el producto de la venta, una vez que la alerta ha sido verificada.
En total, en 2022 se recibieron 2.117 alertas que, a su vez, generaron otras 5.000 por analogías. La Unidad Europea de Control de Alertas gestiona el sistema y lo pone a disposición de los países miembros, de forma que se puedan coordinar y llegar con rapidez al público general. “Siempre nos llegan productos nuevos, que nunca habíamos visto, pero también nos encontramos con otros a los que se les da un uso diferente para el que fueron inventados. Y aparecen nuevos peligros que antaño ni se imaginaban o no existían pruebas fehacientes para detectarlos”, explica a COPE el responsable del equipo.
Por grupos de alertas, los juguetes fueron el tipo de productos en los que se detectaron más avisos de peligrosidad (el 23% del total), seguidos de los coches (16%) y los cosméticos (10%). Y las causas más frecuentes fueron la presencia de alguna sustancia química (en el 35% de los casos), el riesgo de lesiones provocadas por la manipulación del producto (25%) o de atragantamiento (14%). En España, los porcentajes difieren: el principal producto son también los juguetes (36%), pero seguidos de los artículos infantiles, como ropa, chupetes o utensilios (18%) y cosméticos (18%).
Cualquier consumidor puede consultar la página web del sistema Safety Gate, directamente en español, para verificar los productos concretos no alimentarios que le interesen.