Un calor al que no estamos acostumbrados

Bruselas se ha convertido en el Caribe del norte de Europa. Nunca en la historia se han registrado temperaturas como las que se han tenido lugar estos últimos días. El pasado jueves el mercurio rozó los 37 grados y algo parecido se espera para este viernes.

Son temperaturas para las que un país como Bélgica no está preparado. Nunca se han visto tantos atascos en las carreteras que llevan a las playas del Mar del Norte. La venta de aparatos de aire acondicionado ha superado en dos días las ventas de todo el año pasado y las entradas para entrar en las piscinas se agotan a primera hora de la mañana.

El calor estos días en Bruselas es sofocante. A medianoche las terrazas están llenas de gente, de hecho, varios hosteleros reconocen que nunca habían atendido a tanta gente como estos días.

En la localidad de Brujas han prohibido circular a los carruajes que llevan turistas entre las dos y las cinco de la tarde. Según los expertos son temperaturas muy altas para los caballos que recorren las calles del municipio.

Las altas temperaturas preocupan también porque ha aumentado considerablemente el peligro de incendios. De hecho los sindicatos denuncian falta de formación específica para una intervención poco habitual en un país donde es necesario tomar un complemento de vitamina D por la falta de luz solar.

Como dicen los viejos del lugar, pronto llegará el mes de agosto y bajarán las temperaturas. En cualquier caso, hay que reconocer que estos días se vive un calor sofocante en la capital comunitaria y este humilde corresponsal puede dar fe de ello.