La UE condena la intimidación a quienes se han movilizado para repartir ayuda en Venezuela
La Unión renueva "la llamada a la restauración de la democracia por medio de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Unión Europea (UE) ha condenado la intimidación que sufren las personas que se han movilizado para permitir la entrada de ayuda humanitaria en Venezuela y ha pedido moderación a los organismos de seguridad.
"Hacemos un fuerte llamado a los organismos de seguridad y de cumplimiento de la ley para que muestren moderación, eviten el uso de la fuerza y permitan la entrada de ayuda", ha indicado la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, en nombre de los Veintiocho.
Además, Mogherini ha dejado claro en un comunicado que en la UE "repudiamos el uso de grupos armados irregulares para intimidar a los civiles y legisladores que se han movilizado para distribuir la ayuda".
La jefa de la diplomacia comunitaria ha lamentado que el empeoramiento de las condiciones de vida en Venezuela, asociado con la "crisis pluridimensional que golpea al país", esté "impactando cada vez en más venezolanos".
Según Mogherini, el rechazo del régimen del presidente, Nicolás Maduro, a "reconocer la emergencia humanitaria", está llevando a una escalada de las tensiones. En este sentido, ha indicado que hay "informes preocupantes" de actos de violencia y un "creciente número de víctimas", en particular en las áreas fronterizas y entre la comunidad indígena pemón.
Ha recordado que la UE ya ha comprometido más de 60 millones de euros entre 2018 y 2019 en ayuda humanitaria y al desarrollo en Venezuela, enfocada en "aliviar el sufrimiento de los más vulnerables".
A este respecto, ha recordado el compromiso de la Unión con "ayudar a quienes lo necesiten durante el tiempo que sea necesario", con reforzar la asistencia y trabajar en "mecanismos de coordinación" bajo el liderazgo de las agencias de la ONU relevantes, de acuerdo a "los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia".
Asimismo, Mogherini ha señalado que los orígenes de la crisis en Venezuela son "políticos e institucionales", por lo que "la solución sólo puede ser política". "Reiteramos nuestro firme rechazo y condenamos la violencia y cualquier iniciativa que pueda debilitar más a la región", ha subrayado.
"Renovamos firmemente nuestra llamada a la restauración de la democracia por medio de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles", ha sentenciado Mogherini, quien ha asegurado que la UE, a través del Grupo Internacional de Contacto que ha impulsado, "está dispuesta a respaldar este proceso"