La confianza de los consumidores alemanes se desploma por las nuevas restricciones por la covid-19
La confianza de los alemanes desciende 15,6 puntos, frente a los -7,5 de enero, encadenando así cuatro meses a la baja y su peor lectura desde el pasado junio
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La introducción de nuevas restricciones y confinamientos para frenar la propagación de la pandemia de covid-19 ha provocado un significativo deterioro de la confianza de los consumidores alemanes, según la encuesta realizada por la consultora GfK, que sitúa la lectura del dato correspondiente al próximo mes de febrero en -15,6 puntos, frente a los -7,5 de enero, encadenando así cuatro meses a la baja y su peor lectura desde el pasado junio.
"La confianza del consumidor se enfrenta a dificultades en el primer trimestre de este año", ha subrayado Rolf Bürkl, experto en consumo de GfK, para quien, si se quiere recuperar de manera sostenible, las tasas de infección deberán disminuir más para que las restricciones se puedan relajar significativamente. "Esto significa que tendremos que esperar un poco antes de ver la recuperación que muchos esperaban este año", ha añadido.
En este sentido, como consecuencia de los cierres comerciales y las restricciones sociales, la propensión a comprar de los consumidores alemanes se hundió durante el mes de enero en una proporción semejante a la observada durante el primer confinamiento de la pasada primavera, con una caída hasta cero puntos del subíndice correspondiente desde los 36,6 puntos de diciembre.
Las medidas de confinamiento implementadas también han lastrado las expectativas de ingresos de los consumidores, cuyo indicador ha empeorado hasta los -2,9 puntos, frente a los 3,6 de diciembre, lo que representa la curta bajada mensual consecutiva y sitúa el dato 47,5 puntos por debajo de la lectura de enero de 2020.
Asimismo, los responsables de la encuesta señalan que la extensión de las restricciones hasta mediados de febrero amenazan con agravar la posición de empresas afectadas por la crisis, lo que podría desencadenar una oleada de quiebras y disparar el desempleo, lo que estría minando las expectativas de ingresos de los consumidores.
No obstante, a pesar del desplome observado en la propensión al consumo y en las expectativas de ingresos, los consumidores solo rebajaron modestamente sus expectativas sobre la evolución de la economía, cuyo indicador ha caído a 1,3 puntos desde los 4,4 de diciembre, lo que se sitúa 5 puntos por encima de la lectura de enero de 2020 como consecuencia de la estabilidad hasta el momento del mercado laboral y de que el sector manufacturero haya permanecido hasta cierto punto ajeno al impacto de los nuevos cierres.