El coronet de Carlos de Inglaterra por fin está en su sitio

Las joyas de la Corona son más importantes que sus portadores. O eso dicen los guías de la Torre de Londres: en la monarquía británica hay principios inalterables y uno es el honor de custodiar cetros y símbolos de generación en generación.

Visita obligada junto al Támesis es, de hecho, la Tower of London, fortaleza donde conviven los cuervos y los beefeaters, donde está enterrado santo Tomás Moro y donde se exhiben los objetos más valiosos de la Casa Real, en una especie de pasarela de oro y piedras preciosas.

Pero faltaba una pieza en la colección: la corona con la que el heredero, Carlos de Inglaterra, fue investido Príncipe de Gales en 1969. Es decir, el “Investiture Coronet”. Estaba fuera de juego, apenas visible en ocasiones especiales, hasta hace exactamente un año. La reina Isabel II quiso que esta corona fuera la gran protagonista de la fiesta que organizó en Buckingham Palace el 5 de marzo de 2019, por el 50º aniversario de la coronación de su primogénito.

Y ahora, justo un año después, la simbólica pieza se presenta por primera vez al gran público. El mismo que, dicho sea de paso, ha visto recientemente una réplica exacta en la serie The Crown (temporada 3, capítulo 6) en las escenas de la investidura en el Castillo de Caernarfon.

Está hecha de oro y platino, engastada con diamantes y esmeraldas, sobre terciopelo púrpura y rodete de armiño. En realidad, es la tercera versión del coronet: el primer diseño fue rechazado por exceso de ostentación; el segundo se rompió en añicos durante el montaje. Su autor, el arquitecto y orfebre Louis Osman, hizo una interpretación contemporánea de los cánones tradicionales y, además de adaptar el diámetro al corte de pelo y las orejas, incorporó una pelota de pimpón -aunque este dato no aparece en los catálogos oficiales, lo ha revelado el propio orfebre- para conseguir la esfera de oro perfecta. Oro galés de 24 quilates.

Además de la insignia del Príncipe de Gales en el centro, la corona presenta trece diamantes dispuestos según la constelación de Escorpio, el símbolo astrológico que representa la fecha de nacimiento de Carlos de Inglaterra. Los diamantes engarzados horizontalmente representan los siete Dones de Dios por un lado y los siete Pecados Capitales por el otro.

Junto a la corona se puede contemplar también la vara usada en la investidura de 1969, que fue fabricada en realidad para la investidura de 1911. Es una vara ceremonial hecha de oro, con una corona dorada de plata que encierra una amatista cabujón, sobre las plumas del Príncipe de Gales y el lema Ich Dien (original en alemán, en inglés sería “I serve”, yo sirvo). Todos los detalles para verlo de cerca están en la web www.hrp.org.uk/tower-of-london