El giro radical de Marruecos en la gestión de los flujos migratorios

“Hayat” quiere decir “vida” en árabe. Con sólo 19 años, la joven tetuaní y estudiante de Derecho, murió en un tiroteo de la Marina Real marroquí cuando intentaba cruzar los cortos kilómetros que separan las dos orillas. La tragedia empezó en la madrugada del pasado martes cuando las autoridades abrieron fuego contra una embarcación (también conocida como «Go Fast») con una veintena de migrantes a bordo. Según un comunicado oficial, "la Marina ordenó que se detuviera la lancha pero ésta se negó".

Hayat decidió emigrar para salvar a su familia y sacarla de una situación de vulnerabilidad, como tantos jóvenes marroquíes que siguen pensando en viajar clandestinamente para mejorar el futuro de un conjunto de personas. Una vez más, la búsqueda de un Estado de bienestar se presenta como el motor de movilización de marroquíes y subsaharianos. "Es otra prueba de la crisis social que sufre el país", declaró en su cuenta de Twitter el príncipe Moulay Hicham, conocido también por "príncipe Rojo" por sus críticas contra la gestión política de Marruecos y añadió "¿por qué la Marina abrió fuego? Cierto que debe proteger las fronteras como un deber nacional pero nunca se había producido una intervención armada parecida contra una embarcación clandestina". 

En la embarcación había historias parecidas a la de Hayat. Cada uno tenía un motivo y una historia diferente que le llevó a ponerse en manos de las mafias que trafican con personas y que a su vez les embarcó en la lancha de la muerte. Era de noche, pero de repente vieron unos focos. Y empezaron a escuchar las advertencias de que pararan los motores. Pero los conductores no lo hicieron y tampoco imaginaron que la Marina Real de Marruecos abriría fuego y dispararía el terror entre los ciudadanos dentro de la lancha. Dos de esas balas alcanzaron a Hayat en el tórax e hirió a otras dos personas. Y así es como esta joven, cuyo nombre significaba vida, la perdió en su camino a España.

La lancha la conducían dos personas, dos españoles que fueron detenidos junto a otro individuo en Tánger, acusado de colaborar con un ciudadano marroquí en la estafa de inmigrantes. Al parecer, los arrestados pedían el dinero por adelantado sin que el viaje se produjera. Por vez primera en la historia de las migraciones, las autoridades marroquíes lanzan disparos contra una embarcación de migrantes que ha levantado interrogantes en la opinión pública: ¿se trata de la nueva dinámica en el campo migratorio?. Este suceso ocurre poco después del giro radical de la política migratoria de Marruecos que ha pasado de regularizar masivamente a los migrantes e impulsar programas de diversidad e integración a a llevar a cabo deportaciones hacia ciudades del sur del país magrebí. 

Las autoridades marroquíes, tras las presiones y promesas económicas de Europa de este verano como consecuencia del aluvión de pateras, han iniciado redadas por las ciudades fronterizas norte de Marruecos para reducir la presión migratoria y convertirse, de nuevo, en el estudiante que realiza bien sus tareas escolares. Miles de personas de diferentes países del África Subsahariana han sido deportadas hacia ciudades remotas del sur del país magrebí y hay previsiones de que Marruecos ejecute expulsiones a países de origen de los simpapeles.