Hezbolá condena el ataque "traicionero" de Israel en Irán y acusa a Estados Unidos de apoyarlo

El grupo chií libanés indicó que Washignton "tiene toda la responsabilidad por las masacres, las tragedias y el dolor"

A general view of the capital city of Tehran, Iran, early 26 October 2024

EFE

A general view of the capital city of Tehran, Iran, early 26 October 2024

José Manuel Nieto

Publicado el

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Este sábado, Hezbolá emitió un comunicado condenando lo que calificó como una "traicionera agresión sionista" por parte de Israel contra múltiples puntos en Irán. Este ataque, que se produce en un contexto de creciente tensión en la región, ha suscitado una firme respuesta del grupo libanés, que también ha acusado a Estados Unidos de ser cómplice al proporcionar "apoyo explícito y pleno" a la acción israelí. Según Hezbolá, esta escalada de hostilidades no solo amenaza la estabilidad de Irán, sino que también tiene implicaciones serias para la región en su conjunto.

En su declaración, Hezbolá subrayó que el ataque a la soberanía iraní refleja el "carácter agresivo" de Israel, un país que, según el grupo, lleva a cabo "masacres, tragedias y destrucción" con el respaldo de Estados Unidos. Este hecho se ha convertido en un punto central de la narrativa de Hezbolá, que ha enfatizado repetidamente la responsabilidad de Washington en las crisis que afectan a Gaza y Líbano.

Hezbolá, que ha sido un aliado estratégico de Irán, consideró el ataque como una amenaza directa a la "querida República Islámica". En su comunicado, el grupo afirmó que este tipo de agresiones no disminuirá el firme apoyo de Irán a los pueblos palestino y libanés, resaltando la importancia de la solidaridad entre estos grupos en tiempos de crisis. La situación se agrava aún más si se toma en cuenta que Hezbolá ha sufrido numerosas pérdidas en el Líbano a raíz de los ataques israelíes en los últimos meses.

El grupo también destacó el papel de las Fuerzas Armadas iraníes, elogiando su capacidad para responder de manera efectiva a lo que calificó de "traicionero ataque". Este enfoque pone de relieve la confianza de Hezbolá en la fortaleza militar de Irán y su voluntad de enfrentar cualquier agresión externa.

El ataque israelí, que fue descrito como "preciso" y dirigido a objetivos militares en las provincias de Ilam, Juzestán y Teherán, se justifica por el Ejército israelí como una respuesta a los "meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel". Sin embargo, las autoridades iraníes han minimizado el impacto, señalando que los daños fueron limitados, aunque lamentaron la muerte de al menos dos soldados en los bombardeos.

Este tipo de justificación por parte de Israel plantea una serie de preguntas sobre la lógica detrás de tales operaciones. Las acciones militares en la región no solo exacerban las tensiones existentes, sino que también pueden llevar a un ciclo de represalias que resulta en un aumento de la violencia.

El apoyo de Estados Unidos a Israel es un factor que no se puede pasar por alto en este contexto. Desde el inicio de la guerra en Gaza, Washington ha destinado cifras récord de asistencia militar a Israel, lo que ha generado críticas tanto a nivel regional como internacional. Hezbolá, al enfatizar esta cuestión, busca movilizar el sentimiento antiestadounidense, utilizando la narrativa de un imperio opresor que respalda a un Estado agresor.

La condena de Hezbolá y su llamado a la unidad entre los pueblos de la región podrían ser vistos como un intento de consolidar el apoyo interno y reafirmar su papel como defensor de la resistencia contra Israel y sus aliados. Sin embargo, la escalada de hostilidades podría tener consecuencias impredecibles, poniendo en riesgo no solo la estabilidad de Irán y Líbano, sino también la de toda la región.

El ataque de Israel a Irán y la posterior condena de Hezbolá subrayan un momento crítico en un contexto geopolítico ya tenso. Con la participación activa de Estados Unidos, las dinámicas en juego son complejas y requieren una atención cuidadosa. La escalada militar no solo intensifica el conflicto entre estas entidades, sino que también plantea un desafío mayor para la paz y la estabilidad en el Medio Oriente. La situación sigue evolucionando, y es esencial que todas las partes involucradas busquen vías diplomáticas para evitar un mayor deterioro de la situación.

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